El sueño acaba en lágrimas

Antes de viajar a Assen, Elena Rosell comparó su debut en el Mundial a dejarse caer en paracaídas en plena batalla, y aunque la frase podía parecer exagerada, no pudo ser más acertada. El sueño de la valenciana acabó entre lágrimas de impotencia y antes de tiempo, porque no fue capaz de hacer el tiempo mínimo necesario para estar hoy en la parrilla de salida de la categoría de Moto2. Elena no podrá estrenar su palmarés en el campeonato del mundo, aunque está dispuesta a hacerlo la semana que viene en Mugello si le dan la oportunidad.
Ella ya sabía que llegaba en inferioridad de condiciones por su desconocimiento tanto de la moto como del trazado holandés, pero con lo que no contaba era con unas condiciones climáticas adversas y con la aparición de una larga mancha de aceite en la pista que obligó a cancelar la mitad de la jornada del jueves.

En un fin de semana normal hubiera podido dar unas 60 vueltas antes de la carrera, pero sólo ha completado 15 por culpa de sus tres caídas. La última, la de ayer, fue la más fuerte y afectó mucho a su máquina. Los mecánicos del Mapfre Aspar Team trataron de arreglarla a toda prisa, por si había tiempo para que saliera a pista en busca de un giro lo suficientemente rápido como para entrar entre los clasificados, pero no hubo manera. Y mientras, ella se consumía de rabia, porque sabía que en otras circunstancias podría al menos haber luchado en la cola del pelotón: «Ha sido auténtica mala suerte, pero ha merecido la pena. En lo poco que he podido estar con la gente del Mundial he aprendido muchísimo y voy a pelear por volver y hacerlo mejor. Estoy convencida de que sabemos y de que podemos hacerlo», aseguraba sin ser capaz de esconder las lágrimas en que se convirtió su gran sueño.

-Terol, a casa. El líder de 125cc sufrió dos caídas y en una de ellas se destrozó el meñique de la mano derecha. Ayer volvió a España y hoy, mientras Viñales parte desde la «pole» por segunda carrera consecutiva, Nico ya habrá sido intervenido por el doctor Mir.

-Rossi no se entera. La evolución de la Ducati con nuevo chasis y caja de cambios no funcionó y Valentino sigue lejos de los primeros. Simoncelli fue el más rápido, mientras que Jorge Lorenzo acabó cuarto y enfadado con su moto.