Atenas

La CE pagará a pescadores para que recojan los plásticos del Mediterráneo

La Comisión Europea anunció hoy en Atenas que financiará en un programa piloto a los pescadores para que ayuden a retirar los residuos plásticos del Mediterráneo, que representan el 83 por ciento de los desechos en sus aguas.
La comisaria europea de Pesca, María Damanaki, anunció que el próximo 20 de mayo la Comisión lanzará en una reunión en Francia un programa piloto de descontaminación que financie a pescadores para que recojan desechos plásticos en el mar y los trasladen a tierra para ser reciclados.
"El programa, pagado por los Fondos de Pesca, contribuirá también a ofrecer una ocupación alternativa al sector en tiempos en los que la política de la Comisión es la de limitar la pesca en el Mediterráneo", aseguró Damanaki en un encuentro en Atenas con parlamentarios helenos, ONG y empresarios.
El comisario de Medioambiente, Janez Potocnik, afirmó en el mismo encuentro que el 80 % de la basura en el Mediterráneo proviene de fuentes terrestres y el 83 % es plástico, según la información recogida por la campaña europea "Mantenga el Mediterráneo libre de basura".
Potocnik anunció "la promoción por parte de la Comisión de una mayor investigación sobre el impacto de las partículas de plástico y la toxicidad de ese material en el medioambiente", advirtiendo que "las aguas de ese mar cerrado se renueva cada 80 a 90 años".
Según datos de organismos medioambientales de Francia y Bélgica actualmente flotan en la superficie del Mediterráneo 500 toneladas de basura plástica y 250.000 millones de pequeñas partículas del mismo material.
Potocnik afirmó que pese a los esfuerzos, "todo indica que la contaminación sigue en aumento", lo que tiene efectos negativos en la fauna y la flora marina, así como en la pesca y el turismo.
Entre las sugerencias para limitar la contaminación de plástico se incluye impulsar la limitación del uso de bolsas de ese material en los supermercados, inspiradas en la total prohibición fomentada por parte de Italia desde inicios de 2011 o imponer un pago mínimo por su uso como en Irlanda o Bélgica.