Museo del Prado

Hay un extraño en la sala

Parece el juego del escondite. Esta es la novedad que presenta la magnífica colección del Museo Lázaro Galdiano, que ha inaugurado una exquisita selección de obras de artistas contemporáneos españoles y europeos procedentes de la colección de arte de la Fundación María José Jove de La Coruña y cuya novedad con que se presentan entremezcladas en un diálogo directo con las obras clásicas de la Fundación.

La Razón
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Esta original manera de exponer mezclando arte moderno y contemporáneo con las antiguedades, recorre la totalidad del museo en sus cuatro plantas de exposición permanente, más otros espacios en el edificio contiguo. Son 32 obras de arte que abarcan cuadros de artistas como Picasso, Miró, Tapiés, Miralles, Maruja Mallo, Kandinsky, o Barceló, así como esculturas de Cristina Iglesias, Louise Bourgeois y Juan Muñoz, entre otros, con obras principalmente de los siglos XV a XIX. El reto consiste en cómo exponer una escultura de Juan Muñoz con obras del Barroco español, piezas de Bourgeois con Goya o tapices y un cuadro del Equipo Crónica con pintura flamenca del siglo XVI al XVI.

El recorrido arranca con «El aquelarre» y «Las brujas» de Goya, que convive con una pieza bien diferente, la escultura de Louise Bourgeois, «Avenzza Revisited» de 1968. Georg Baselitz muestra una visión de la muerte con su obra «Dix», frente a los cuadros de Goya. Cada salón de la casa tenía una función que queda refejada en los frescos de los techos: la música, la comida, la literatura....

En cada sala aparece una sorpresa, como la enana «Sara en el espejo» del escultor Juan Muñoz. En el salón de baile, hay un recuerdo para la música con «Rampant», de Kandinsky, acompaña al retrato de Manuela González Velázquez. Entre los llamativos retablos góticos procedentes de distintos templos de España, conviven Tàpies y Barceló formando un contraste muy evidente y junto a la «Virgen de mosén Sperandeu», del siglo XV por Blasco de Grañén, aparece el Torax(1978) de Tàpies, en el uso de pigmentos básicos y las manos. El recorrido sigue y a su vez prosiguen los fuertes contrastes. Así, entre la pintura holansesa del XII, aparecen los cuadros surrealistas de Oscar Domínguez y Maruja Mallo sobre lo efímero de la vida. En este mismo espacio se incluye también la interpretación que realiza el Equipo Crónica sobre la pintura de Pieter Brueghel.