Cataluña

La Guardia Civil señala a Morín como autor de los abortos ilegales

Asegura que «hablaba en clave» para decretar los precios con las clientas

Carlos Morín con su esposa a la llegada a la Audiencia de Barcelona
Carlos Morín con su esposa a la llegada a la Audiencia de Barcelonalarazon

BARCELONA- La Audiencia de Barcelona reinició ayer el juicio contra el doctor Carlos Morín, acusado de cometer más de un centenar de abortos ilegales en cuatro clínicas de Barcelona. Una vez terminadas las declaraciones de los once imputados, llegó el turno para las explicaciones de los guardias civiles que intervinieron en el caso.

El capitán de la Guardia Civil que detuvo a Morín, y cuyo nombre quedó en el anonimato en el juicio, explicó que las escuchas telefónicas que realizaron a Morín denotaban «un lenguaje en clave», es decir que el acusado sabía que le estaban espiando. Según este testigo, Morín hablaba de semanas de gestación refiriéndose a la edad de las clientas.

Abortos ilegales
El mismo testigo culpó directamente a Morín al asegurar que se destaparon unos 2.700 casos de abortos, de los que, según dijo, cerca de un 65 por ciento podrían ser interrupciones ilegales del embarazo. Por lo tanto, aseguró que «es suficiente con juzgar unos 120 casos».

El cargo del Instituto Armado insistió en que Morín utilizaba una especie de lenguaje en clave en sus conversaciones telefónicas con el resto de imputados. En estas grabaciones, realizadas por la Guardia Civil, se hablaba de los precios de los abortos, y siempre en consonancia con las semanas de embarazo de la clienta. Según los testigos que declararon ayer, si por teléfono Morín decía que la mujer que quería abortar tenía 29 años, «quería decir que eran 29 semanas de gestación».

También afirmaron que se pedía a las mujeres que iban a abortar que llevaran el dinero en metálico y que fueran en ayunas. Las clientas de Morín comenzarán a declarar el próximo día 23 de octubre.