Literatura

Comunidad de Madrid

De Matadero a Casa del lector

Madrid acoge este centro dedicado a la investigación del libro y la lectura, que albergará una ambiciosa Biblioteca Digital

César Antonio Molina (primero por la izquierda) es el director de la Casa del Lector
César Antonio Molina (primero por la izquierda) es el director de la Casa del Lectorlarazon

A la crisis hay que combatirla con iniciativas que contradigan los vaticinios de los pesimistas y agoreros. Ante ese oráculo que pronostica la decadencia de la cultura en una época de recortes y de empobrecimiento de la sociedad, la Fundación Sánchez Ruipérez abre, en las naves del Matadero en Madrid, la Casa del Lector. Una propuesta que se presentó ayer y que está dirigida a todos los que aman los libros, sin reparar en la naturaleza de su soporte, y la lectura. Un espacio amplio, de aproximadamente 8.000 metros cuadrados, que nace con la vocación de convertirse en un centro internacional para la investigación y el fomento de la lectura. Una institución que no se centrará sólo en las humanidades, sino que también extiende la mano a las ciencias. En este sentido, precisamente, hay una idea que subrayó César Antonio Molina, su director: una gran biblioteca digital, que albergará obras de autores que escriben en soporte digital. «Algo pionero. No es el e-book, que es algo casi antiguo. Va más allá», aseguró él, que se mostró tan entusiasmado con esta idea como reservado a la de aportar detalles más concretos sobre ella. Bajo el lema de Gustavo Flaubert «No leáis para divertiros o instruiros, leed para vivir», se ha dado impulso a esta idea. De momento se sabe que estará articulada alrededor de tres espacios: el espacio digital (red), el espacio electrónico (las pantallas) y el espacio arquitectónico (Casa del lector). Este rincón, que ya se conoce por sus siglas, BDCL (Biblioteca Digital Casa del Lector), intentará conjugar los títulos que se han importado a la red (después de su digitalización) y aquellos que han nacido directamente para este nuevo ámbito. Este centro ofrecerá la oportunidad de que las personas que lo deseen accedan a su contenido de manera gratuita. Además, y aparte, cuenta ya con una amplia biblioteca de 50.000 libros –donada por Fernando Eguidazu–, que se han inscrito en un área denominada «novela popular» y que atraerá a muchos curiosos.

El hilo de Ariadna
Pero la Casa del Lector cuenta con otra serie de apartados que encauzarán sus actividades, como cine, club de la cultura –que tendrá una especial relevancia en esta etapa inicial y que reunirá a todos los clubes de lectura de la Comunidad de Madrid– y una intensa programación de actividades que ya han empezado. La primera de las muestras organizadas, impulsada por Acción cultural Española (AC/E) es «El hilo de Ariadna. Lectores/navegantes», comisariada por Francisco Jarauta, que reúne un conjunto de veinte litografías, óleos, dibujos, documentales, proyecciones de vídeo, instalaciones y vinilos que han pertenecido a diferentes escritores y artistas. Los diferentes ámbitos están vinculados a través del mito del laberinto relaciona desde el palacio de Knosos, en Creta, artistas como Jaume Plensa o novelistas de la talla de Julio Cortázar. Aparte, también, se han incluido una serie de instalaciones creadas para este evento preciso.

Otra de las exposiciones con las que ha arrancado este centro, que aspira a convertise en uno de los principales focos culturales de la ciudad, está dedicada a Germán Sánchez Ruipérez –un homenaje comisariado por Jesús Marchamalo y Antonio Basanta–, «Las lenguas de la arquitectura», frente a la cual está José Freixanes, y la última, que se ha centrado en el edificio, y en sus historia, que acoge la Casa del Lector, Matadero.