Día de las Fuerzas Armadas

Chacón desata la guerra de la mili

Organiza el acto para conmemorar los diez años de suspensión del servicio militar y no invita a Trillo, que firmó el decreto. Sí llamó, en cambio, a García Vargas y Serra

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Carme Chacón había planeado un acto emotivo y ameno para celebrar que hace diez años que se suspendió el servicio militar obligatorio. Y lo fue, gracias a Emilio Butragueño, Cándido Méndez y uno de los últimos reclutas, el sargento Iván Valader, y sus relatos sobre la mili. Pero lo que debía ser un evento inocuo, más allá de las reticencias que entre algunos mandos despertaba que la ministra de Defensa celebrara el abrupto final del servicio militar, se convirtió en una nueva guerra entre el Partido Popular y el PSOE. Y todo por una invitación.

En la lista figuraban los tres arriba citados, el ex jugador de baloncesto Alfonso Reyes, el ex ministro de Defensa Eduardo Serra y los portavoces de la comisión de Defensa del PP y del PSOE en el Congreso, Beatriz Rodríguez Salmones y Jesús Cuadrado. También había sido invitado su antecesor, Julián García Vargas, que no acudió. Pero ni en el acto ni en la lista de invitados figuraba el hombre cuya firma rubricaba el fin de la mili, Federico Trillo. El propio ex ministro llamó a primera hora de la mañana de ayer al Ministerio de Defensa para interesarse por el motivo por el que no estaba invitado. La justificación fue que era un acto restringido a la sociedad civil, pero terminó por decírsele que si quería que acudiera, según fuentes de Defensa, algo que declinó. Desde el entorno de Trillo aseguran que ni siquiera durante esa conversación se le invitó a asistir al acto.

Acabada la celebración, la polémica telefónica de la mañana se trasladó a las tribunas políticas. PP y PSOE se enzarzaron en un constante cruce de acusaciones desde diferentes niveles con una tónica común: desde los populares, palabras como «vergüenza» y «partidismo»; desde los socialistas, «mala fe» y «falsa polémica».

El departamento de Chacón, que por la mañana no hizo declaraciones, sí habló por la tarde a través de dos agencias de noticias para mostrar su sorpresa por el afán de «protagonismo» del ex ministro de Defensa. Fuentes del Ministerio de Defensa expresaron su estupor por el interés de Trillo en eclipsar el papel de Eduardo Serra, que, afirman, impulsó en 1999 la ley de Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas, que en su disposición adicional decimotercera, establece la suspensión de la mili.

Tras señalar que Serra es el único ex ministro que participó junto a personalidades que hicieron la mili, las mismas fuentes recalcaron que el acto (bajo el nombre de «X aniversario de la suspensión del servicio militar obligatorio») estaba concebido como un acto social, conmemorar el inicio de la profesionalización de las Fuerzas Armadas y reconocer a quienes sirvieron a España con la realización del servicio militar.


Homenaje
El caso es que Trillo no estuvo y que los que estuvieron recordaron sus años de mili para sorpresa del propio Eduardo Serra, que aseguró que «pensaba que venía a un acto para conmemorar la suspensión de la mili y en realidad es un homenaje al servicio militar». Y en esa línea reconoció que «la mili hizo que unos españoles se conocieran a otros y que se alfabetizara» a muchos que no sabían leer ni escribir, aunque añadió que era necesario suprimirla, en la línea de los países vecinos.

Emilio Butragueño, ex jugador de fútbol y actual director de relaciones institucionales del Real Madrid, no dudó en afirmar que para él, la mili «fue muy instructiva». En una intervención que provocó las risas de los asistentes, el «Buitre», que prestó servicios en el Ejército del Aire, explicó cómo se las ingenió para poder acudir a los entrenamientos del Real Madrid e incluso cuando convenció a un superior para que le dejara irse a casa para descansar ante un importante partido en el Bernabéu. También reveló que, gracias a un teniente conocido que medió por él, un sargento que «tenía una fama horrorosa» y era «del Atlético de Madrid» le permitió compatibilizar el servicio con sus entrenamientos y pudo continuar en el fútbol. «Sin este sargento y su ayuda no hubiera llegado a ser jugador profesional», afirmó. Butragueño consideró «muy acertada» la decisión de acabar con la mili y aseguró que siempre ha sentido un «enorme respeto por el Ejército», con el que comparte los valores del «honor, la lealtad y la honradez».

Por parte del Ejército de Tierra, Cándido Méndez, que hizo la mili en la compañía de operaciones especiales de Ronda, aseguró que que es «de esas personas que en la sobremesa terminan hablando de la mili», de la que guarda un «buen recuerdo», aunque fue «muy dura». También reveló que aconsejó a su hijo, que formaba parte del último reemplazo, hacer el servicio militar, aunque finalmente se libró por problemas de visión.


«Ejemplo» de los ejércitos
Finalmente, la ministra de Defensa también señaló que el fin de la mili fue «un camino difícil», pero añadió que también fue «un camino de éxito», que ha contribuido a que las Fuerzas Armadas se hayan convertido en la institución mejor valorada por los españoles. Chacón tuvo también palabras de reconocimiento para los «millones» de españoles que contribuyeron a hacer de los ejércitos el «ejemplo» que son hoy y aseguró que todos los militares deben estar «orgullosos de sus 30 años de andadura constitucional y diez años de profesionalización».