Cádiz

El atraco por Rafael PERALTA REVUELTA

La Razón
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Cerro del Águila. Once de la mañana. Dos encapuchados salían de una sucursal bancaria (Caixabank, antigua Cajasol) tras perpetrar un atraco. Esto ocurría hace sólo unos días en Sevilla, justo cuando la Fiscalía pide diez años de cárcel para los dos atracadores de San Juan de Aznalfarache, por un hecho ocurrido el pasado mayo, donde falleció una mujer. Los policías cuentan que fue como una película, con varios tiros y detonaciones. Los atracos parecen abundar, también, en el cine. Pronto llegará a las carteleras españolas el film hispano-argentino «El atraco», basado en hechos reales. Eso, sin contar el famoso largometraje de «los compadres», «el culebra» y «el cabesa», protagonistas de «El mundo es nuestro», un «gran golpe» al estilo sevillano. Atraco es sinónimo de lo que aquí llamamos un «mangazo». Como el de Sánchez Gordillo en los supermecados, dando una lamentable imagen de Andalucía en el extranjero. Como la del Dioni y su famoso furgón, y su regreso a España –después de años de exilio– convertido en un cuasi héroe. Los atracos, nadie sabe por qué, parecen estar de moda. Y ocurren, frecuentemente, en deportes como el fútbol. Como cuentan que le pasó al Sevilla FC en sus dos anteriores partidos. Como dicen que le ocurrió al Real Betis con el Atlético. Asalto, saqueo, hurto, mangazo, pillaje. Todos son sinónimos de lo mismo. Porque ¿qué me dicen del reciente robo de los casi trescientos kilos de droga de los depósitos judiciales de Cádiz? Pues algo muy parecido tuvo lugar también en la Jefatura de Policía de Sevilla. «Cerrado por atraco», se leía en un cartel de la oficina de la calle Jose María de Pereda, en El Cerro del Águila, el pasado viernes. Porque lo de Torrijos y la mariscada, más que atraco fue un atracón. Y a mano armada.