Sevilla

La campaña del cambio

La Razón
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Andalucía
Vuelco sin precedentes en seis de las ocho provincias del principal bastión socialista
Desde mayo ya se intuía el cambio en una de las comunidades insignia de los socialistas. Y ahora, a 15 días de las elecciones generales, es casi una realidad. El PP fue la fuerza más votada en las municipales con el 39,3 por ciento de los votos frente al 32,5 del PSOE en una comunidad en la que el rojo ha sido el color predominante muchos años. Pero las cosas están cambiando y, según la encuesta de NC Report para LA RAZÓN, el 20-N el PP volverá a ser la primera fuerza, con entre el 44 y el 45 por ciento de los votos, esto es, 31 escaños. Un resultado que esconde muchos datos negativos para los de Ferraz si se comparan con las generales de 2008: el PP ha pasado de estar a casi 14 puntos del PSOE a superarle en entre 4 y 6; los socialistas pierden 9 escaños (36 a 27) y los populares ganan 6; el PSOE fue la fuerza más votada en 6 de las 8 provincias y ahora lo es en tan sólo dos... Así las cosas, la comunidad que más diputados manda al Congreso (60) se tiñe a pasos agigantados de azul. En lo que se refiere a provincias, el partido de Mariano Rajoy ganaría en cuatro (Almería, Cádiz, Granada y Málaga) y quedaría empatado con los socialistas en otras dos (Córdoba y Jaén). Alfredo Pérez Rubalcaba y los suyos sólo salvarían los muebles en Huelva y Sevilla. Eso sí, en este último bastión el PSOE se deja dos escaños. En Almería, el PP pasaría de 3 escaños a 4 y el PSOE, de 3 a 2; en Cádiz, los populares, con Teófila Martínez de nuevo a la cabeza, suben de 4 a 5 y el PSOE, con Manuel Chaves, baja de 5 a 3; en Córdoba, una de las provincias en la que hay tablas, el PP gana un diputado (de 2 a 3) y el PSOE, con Rosa Aguilar, pierde uno (de 4 a 3); Granada también cambia de color y aquí el PP pasa de 3 a 4 escaños frente a los de Rubalcaba, que se dejan uno (de 4 a 3); en Huelva, el PSOE mantendría sus tres escaños y el PP sus 2, mientras que Jaén también presenta un empate a 3 diputados. Eso sí, los populares ganan uno y los socialistas pierden otro. Por su parte, los de Génova mantienen sus 5 escaños de Málaga ante un PSOE encabezado por Trinidad Jiménez que se deja uno. Y, por último Sevilla, en la que, si bien ganarían los socialistas, con Alfonso Guerra, comienzan a perder apoyos en beneficio de los populares. El PSOE pasa de 8 a 6 escaños y el PP de 4 a 5.


Extremadura
El PP gana en las dos provincias y saca 9 puntos al PSOE
El PSOE consigue en la comunidad extremeña, uno de sus históricos viveros de votos, salvarse in extremis de la «debacle» general socialista en el resto de España. De hecho, Extremadura es, junto a Asturias, una de las dos comunidades autónomas en las que Rubalcaba logra al menos igualar en escaños al PP. Así las cosas, ambos partidos reeditarán –con cinco diputados cada uno– la distribución de escaños que salió de las urnas en la cita electoral de 2008. Aunque, eso sí, la evolución de unos y otros es muy diferente. Mientras que el PP le da la vuelta a la situación y sería la formación más votada con el 49-50 por ciento de los sufragios, algo más de siete puntos por encima de lo que consiguió en 2008, el camino recorrido por los socialistas es bien distinto. De hecho, la previsible caída socialista se traduciría en 11-12 puntos menos en intención de voto, teniendo que conformarse con sólo el 40-41 por ciento de los sufragios (en 2008 consiguió el 52,7 por ciento de los sufragios). Por circunscripciones, el PSOE conseguiría 3 escaños en Badajoz, los mismos que los populares. Idéntica situación, aunque con distinto número de escaños, 2, se repetiría en Cáceres. El PSOE tiene muy cercano el antecedente de las elecciones autonómicas del pasado 22 de mayo, cuando los extremeños disminuyeron notablemente su apoyo a la opción socialista decantándose por la lista encabezada por José Antonio Monago (PP) como presidente de la Junta, un cambio histórico en una comunidad que había sido uno de los intocables feudos socialistas, donde el incombustible Juan Carlos Rodríguez Ibarra consiguió mantenerse al frente de la comunidad autónoma durante nada menos que 24 años, superando incluso en longevidad en el cargo de presidente autonómico a su compañero de partido Manuel Chaves, que dijo adiós a la Junta de Andalucía para dar el salto al Gobierno de Zapatero tras 19 años en el poder. Al margen de la pugna PSOE-PP, Izquierda Unida se quedará con el caramelo en la boca. La coalición, que en Extremadura presenta a su coordinador general, Pedro Escobar, no conseguiría representación parlamentaria pese a doblar su porcentaje de votos hasta el 5-6 por ciento.

País Vasco
Amaiur irrumpe con tres escaños con el PP como segunda fuerza tras el PNV
Si la banda terrorista ETA pretendía que su comunicado de cese definitivo de la violencia beneficiara a la coalición abertzale Amaiur de cara a las próximas elecciones, parece que no lo va a conseguir. Y si su segundo objetivo era arañar votos al PNV, pero al mismo tiempo restar votos a los dos partidos mayoritarios a nivel nacional, todo apunta a que tampoco alcanzará su objetivo. Aunque los resultados de los sondeos en el País Vasco oscilan semana a semana –se trata de una de las comunidades que más incierto tiene su futuro electoral– el PNV ganaría in extremis las elecciones del 20-N, repitiendo los mismos seis escaños que obtuvo en los pasados comicios generales. Ello se debe a que los nacionalistas vascos logran empatar con Amaiur a 2 escaños en Guipúzcoa. Sin embargo, donde los abertzales se muestran especialmente fuertes, como ha quedado demostrado en las Juntas Generales que preside Martin Garitano, el PP rivalizará hasta el último momento por arrebatarle al PNV el segundo escaño. Y ésa es precisamente la clave del 20-N. Quien logre ese segundo diputado en el feudo guipuzcoano se alzará con la victoria. La lista encabezada por Leopoldo Barreda no sólo es la más votada, con un respaldo del 27-28 por ciento, sino que consigue la victoria parcial en Álava con 1 escaño, dejando con 1 diputado tanto a PSOE como al PNV, mientras que la victoria en Vizcaya es para el PNV, con 3 diputados, seguido de PSOE y PP con 2 cada uno, y Amaiur con 1. En un tercer lugar queda relegado el PSOE, que de ganar holgadamente las eleccciones de hace cuatro años con 9 escaños pasaría ahora a ser la tercera fuerza política con tan sólo 4 diputados.Pero es la coalición abertzale Amaiur –formada por Bildu y Aralar–, la que sufre el mayor varapalo a sus aspiraciones. Si hace apenas 15 días los sondeos de este diario le otorgaban posibilidades de conseguir hasta 6 escaños, hoy sólo obtendrían 3 diputados. El «cese definitivo» de la violencia no se traslada a un mayor respaldo en las urnas. De hecho, la suma de votos nacionalistas de PNV y Amaiur es inferior a la que consiguen los dos partidos mayoritarios. Mientras los primeros suman una horquilla del 44-46 por ciento de los sufragios, los segundos podrían alcanzar entre el 48-50 por ciento de los votos del electorado vasco.