Distribución

Vichy Catalán la primera en presentar fondos para comprar Cacaolat

La empresa de bebidas Vichy Catalán presentó ayer en el juzgado mercantil número seis de Barcelona fondos por valor de tres millones de euros para iniciar la compra de Cacaolat, filial de Nueva Rumasa y en concurso de acreedores.

Vichy Catalán incluye en su oferta por Cacaolat mantener la plantilla de la compañía de batidos y construir una nueva planta ya prevista, según confirman a Efe fuentes de la posible compradora y publica hoy La Vanguardia.

Los administradores concursales han marcado como requisito para tener derechos preferentes de compra en la pugna por Cacaolat aportar financiación para dar continuidad a la actividad de la catalana durante los próximos seis meses.

Fuentes del sector alimentario consultadas por Efe aseguran que la garantía de Vichy Catalán de mantener los puestos de trabajo y desarrollar el proyecto industrial diseñado por Cacaolat antes de entrar en problemas financieros posiciona a la empresa de bebidas como una de las mejor posicionadas.

Por otro lado, es la primera interesada en haber presentado fondos, incluso antes de tiempo, ya que deben desembolsarlos cuando el juez autorice el proceso de venta anticipada de la unidad productiva, posiblemente a finales de julio, según indican fuentes jurídicas.

El juez que supervisa el concurso de acreedores ha subrayado desde el inicio del proceso productivo que Cacaolat será vendida, siempre que ello signifique la continuidad de la producción y el mantenimiento de sus unidades productivas.

El proyecto de Cacaolat contemplaba poner en marcha una nueva planta de producción en Llinars del Vallès (Barcelona) para centralizar la fabricación, actualmente en la histórica fábrica de Barcelona, que es propiedad de la inmobiliaria Marina Proactiva desde 2008 y en peligro de desahucio.

Los fondos desembolsados serán devueltos a los ofertantes que no acaben comprando la marca de batidos, pero supondrán, de momento, una salida para el grupo ante la necesidad de liquidez para seguir produciendo, algo que no puede facilitar su matriz Clesa, que se encuentra en concurso de acreedores, y que las entidades financieras rehúsan aportar