Prevención

Del dios napoleónico al hígado de bacalao por Miguel Ángel ALMODÓVAR

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Dicen que dijo Napoleón que: «si tuviese que elegir una religión, el Sol como fuente universal de vida sería mi dios». El astro que nos gobierna es efectivamente fuente de vida y energía que alimenta la fotosíntesis de las plantas y que genera la energía y el calor que permiten el desarrollo de la vida en nuestro planeta, pero además su acción activa un tipo de colesterol presente en la piel y lo convierte en vitamina D, esencial para la absorción del calcio y la asimilación del fósforo, imprescindible tal para la formación y mantenimiento del tejido óseo, el crecimiento infantil, el tono del sistema nervioso, el buen funcionamiento del corazón, y la correcta coagulación de la sangre. Pero no hay que olvidar que la vitamina D se aprovecha infinitamente mejor cuando se toma junto con la vitamina A, y eso sólo se consigue con el hígado de bacalao, que ahora ya no hay que tomarlo en maloliente aceite de posguerra, porque viene enlatado y es delicioso bocado gourmet. He dicho.