Lisboa

Un militar español muere tras dos ataques seguidos de los talibanes

Y de repente la realidad, la más cruda realidad. A miles de kilómetros de esta campaña electoral extenuante, de promesas y exabruptos contra el rival político, un sargento primero del Ejército de Tierra, Joaquín Moya, encontró ayer la muerte en la bala de un rival cuyo discurso es la guerra y su promesa el asesinato del «invasor».

Imagen del sargento Joaquín Moya
Imagen del sargento Joaquín Moyalarazon

MADRID- Ayer, ese enemigo lo consiguió, tras muchos meses de hostigar y hostigar a nuestras tropas en el sector noroeste de la región que controla el contingente español, tras atacarlo una y otra vez en las proximidades de Ludina.

Ayer, la patrulla del sargento primero Moya, formada por militares afganos y sus instructores españoles, se movía al norte de la localidad de Ludina cuando sufrió un primer hostigamiento con armas cortas desde la distancia, según confirmaron fuentes militares a LA RAZÓN. El intercambio de disparos se prolongó unos minutos y los insurgentes se retiraron. La patrulla continuó su misión y al cabo de unas dos horas sufrió otro hostigamiento.

La unidad del Ejército afgano se encontraba desplegada en una loma junto a los militares españoles y un equipo de tiradores de precisión que protegía a las unidades que progresaban por el valle. En ese momento, desde otra loma un grupo de insurgentes abrió fuego contra ellos con armas cortas. El sargento primero Moya, equipado con su chaleco antibalas reglamentario, tuvo la mala suerte, según las fuentes consultadas, de que la bala le entrara por debajo de la axila.

Mientras sus compañeros repelían el ataque, un helicóptero norteamericano evacuó aún con vida al sargento primero, que durante el vuelo entró en parada cardiorrespiratoria. Los militares norteamericanos que le transportaban sólo pudieron certificar su fallecimiento cuando llegaron al hospital de Bala Murghab.

Esa bala, que entró por el único sitio posible, convierte a Joaquín Moya en el primer militar español que fallece por las balas de los talibanes, según informó ayer el Ministerio de Defensa en una nota.

Los últimos ataques sufridos por nuestras tropas de los que ha informado Defensa se han producido todos en la misma zona, el área de Ludina. Ese enclave es fundamental para terminar de construir la ruta Lithium, una de las dos carreteras que unen el sur con el norte de la provincia de Badghis. Además, está cerca de la frontera con Turkmenistán, una de las más débiles según la ONU y por donde sale buena parte del opio del país, con lo que la lucha por el control de la zona es bastante cruenta. El pasado 23 de octubre, un vehículo español sufrió leves daños por la explosión de un artefacto a su paso. El 26 de septiembre, un soldado español recibió un disparo en el hombro en la misma zona.

Cruz con distintivo rojo
El sargento primero fallecido ayer, que recibirá la cruz al mérito militar con distintivo rojo, era natural de Córdoba, tenía 35 años y era padre de un hijo. En la actualidad estaba destinado en el regimiento de Infantería Garellano 45, con sede en Vitoria. Sus restos mortales llegarán hoy a la base aérea de Torrejón, acompañados por la ministra de Defensa, Carme Chacón (que ha suspendido el viaje que tenía previsto a El Hierro y sus actos de campaña), y el jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general José Julio Rodríguez.

 

La retirada de las tropas, en marcha
Las tropas españolas desplegadas en Afganistán comenzarán su retirada progresiva del país asiático a partir de 2012, tal y como acordó con la OTAN la ministra de Defensa, Carme Chacón, y cumpliendo los objetivos marcados por la OTAN en su última cumbre de Lisboa en noviembre de 2010 para determinar la retirada total de las tropas internacionales de Afganistán, prevista para 2014. De hecho, Estados Unidos, principal contribuyente de la coalición militar internacional en Afganistán, comenzó ya en julio a retirar los primeros soldados, después de que Barack Obama anunciara la retirada de 33.000 hombres de aquí a finales del verano de 2012.