Sevilla

Ramos se siente señalado

Nadie en el entorno de Sergio cree en «las razones deportivas» de «Mou»

La Razón
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MADRID-Sergio Ramos se quedó en el banquillo del Santiago Bernabéu frente al Manchester City. Calentó en la banda, pero permaneció en el banco, entre los suplentes, al lado de Kaká. Mourinho no le dio ni un solo minuto, a diferencia de Özil, el otro desaparecido del once del Sánchez Pizjuán y a quien el técnico, probablemente, no quiso dar por señalado, aunque sí lo hizo con el sevillano, relevado por Varane.

Por mucho que Mourinho dijera en sala de prensa que entre ambos «había cero problemas» y que la salida de Ramos de la titularidad se debía únicamente a «razones deportivas», lo cierto es que el entorno del de Camas no lo creen y sólo encuentran motivos en que, en ciertos momentos, Sergio haya salido «respondón» al técnico, por no callar ante lo que cree injusto y dar su opinión.

El segundo capitán replicó al entrenador tras las duras palabras de éste en el Sánchez Pizjuán. «Aquí somos todos culpables, del primero al último. Para lo bueno y para lo malo», manifestó el jugador. Es lo que le dijo antes a Mourinho de puertas adentro.

No se entiende pues, si no es por castigo, que Varane ocupara el puesto de Ramos en la «mejor dupla de centrales del mundo» (dicho por Mourinho) ante un rival de la entidad del Manchester City, el más duro del complicado grupo de Liga de Campeones que le ha tocado al Madrid en suerte, y que el francés fuera titular después de no ser ni convocado en los últimos seis partidos.
Varane, que también «adelantó» a Raúl Albiol, se contradijo dando explicaciones al término del partido. «Fue una sorpresa», comentó; pero «lo sabía desde el domingo». Varió el discurso según avanzaba atendiendo a los medios en los escasos quince metros de zona mixta. Raro resulta también que él supiera que iba a jugar, si no fue algo que Mourinho le dijo en confidencia, porque el técnico no desvela ni a sus propios jugadores el equipo titular hasta horas antes de los encuentros.

Tampoco comprende Ramos, deportivamente, que le haga a él único culpable de los despistes defensivos del equipo a balón parado. Cierto es que por su zona llegaron los remates de Valera, en Getafe, y de Trochowski en el Sánchez Pizjuán. Dos goles, dos derrotas; pero también es cierto que antes que Sergio fallaron otros, por ejemplo, Di María, en Sevilla, a él correspondía frenar la entrada del jugador hispalense.

 

REPRESALIAS ANTERIORES
Casillas
A José Mourinho no le sentó bien que Iker llamara a Xavi y a Puyol tras el clásico de la Supercopa y propiciara en su domicilio un encuentro con los azulgrana para sellar la paz antes de la concentración de la Selección para los compromisos contra Chile y Liechtenstein. A su vuelta, Mourinho le dejó en el banquillo en el Trofeo Santiago Bernabéu ante el Galatasaray. Lo peor vino en sala de prensa. «No tengo titulares indiscutibles. No tiene siempre por qué jugar Casillas. Adán necesita minutos para evolucionar», alegó el técnico. Sin embargo, al canterano guardameta más joven apenas le dio minutos para que fuera curtiéndose en competición el resto de la temporada.

 

Cristiano Ronaldo
Tras la derrota por 0-2 en el Bernabéu frente al Barcelona, en las semifinales de la Liga de Campeones, Cristiano Ronaldo criticó el planteamiento defensivo de su técnico. «No me gusta jugar así, pero tengo que adaptarme», comentó, sincero. En el siguiente partido, contra el Zaragoza, Cristiano se quedó fuera de la lista. Ni siquiera fue convocado. En su caso, sólo se había perdido convocatorias cuando estuvo lesionado.
 

Sergio Ramos
Al sevillano es la segunda vez que le ocurre. Ya sufrió un castigo anterior en represalia por haber hablado en sala de prensa tras el 5-0 del Camp Nou en Liga, cuando «Mou» había dado orden de no hacer declaraciones. Pero el entonces lateral tenía la necesidad de dirigirse al público para pedir «disculpas», sobre todo a «los niños», por su patada a Messi y por encararse de malas maneras con Xavi y Puyol cuando fueron a recriminárselo.