Cristianismo

Un diálogo sincero por Benigno Blanco

La Razón
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El encuentro entre el cardenal Cañizares y el expresidente Zapatero puso de manifiesto, en la mejor tradición europea, que el diálogo siempre es posible. Desde Sócrates sabemos que el diálogo puede ser un camino hacia la verdad si los contertulios admiten que la realidad es cognoscible y compartible su conocimiento y que la verdad es asequible al ser humano. Ésta es una gran lección para los jóvenes que, como los de hoy, deben construir su vida en un contexto pluralista y multicultural. El diálogo sincero ayuda a superar el relativismo si se abre a verdades compartidas.
Desde dos cosmovisiones claramente diferentes pero ancladas en la tradición intelectual europea, el cardenal y el que en su día se definió a sí mismo como rojo y feminista concluyeron su debate con una apuesta por lo mejor de nuestra juventud, cantando ambos las virtudes de nuestros jóvenes (preparados, solidarios, etc) y sin desconocer los peligros que los rodean: el consumismo y el desempleo.

¡Ojalá nuestros jóvenes aprendan de los dos contertulios que merece la pena hablar, compartir con los demás el camino arduo del esfuerzo humano por aclararse! Cuando hay diálogo sincero y no un mero echarse en cara los respectivos puntos de vista se está construyendo sociedad: pues las sociedades fuertes se fundan no en miedos comunes sino en verdades y proyectos compartidos. En una época de gentes desesperanzadas, de miedos propios de sociedades que se tambalean , de economías que hacen agua por el vacío moral de muchos de los agentes que las sostienen, es reconfortante que resurja el mejor espíritu universitario de búsqueda compartida del saber sobre lo humano, saber del que la Iglesia es maestra como recordó Cañizares y del que la modernidad está muy necesitada como subrayaron ambos intervinientes en el diálogo de ayer.

 

Benigno Blanco
Presidente del Foro de la Familia