Barcelona
Las familias no se fían del nuevo cuñado
Los detectives han constatado un aumento de las familias que investigan a la nueva pareja de uno de sus miembros porque temen que peligre el patrimonio familiar, según el grupo de investigadores privados Winterman, que también ha observado un incremento de los casos de ocultación de bienes.
"La crisis económica ha disparado los casos de familias que contratan a un detective porque temen que la nueva pareja de un familiar busque sólo el dinero", ha explicado a Efe el presidente de la agencia de detectives Winterman, Josep Maria Vilamajor.
Asimismo, han aumentado las investigaciones por ocultación de bienes, porque "cada vez hay más gente que no puede cobrar el dinero que le deben porque el deudor se declara insolvente y utiliza testaferros para esconder su capital".
Sin embargo, se han reducido los servicios financieros de primer nivel, es decir, las personas que contratan a un detective para saber si cierta persona existe, dónde vive y con quien se relaciona, antes de establecer una relación comercial. Estos casos han caído en picado, porque la gente puede acceder fácilmente a esta información a través de Internet, las redes sociales y los nuevas tecnologías de la información.
"Los casos menores han bajado, porque la gente intenta evitar los gastos superfluos, pero los asuntos en los que las personas intentan proteger su patrimonio han aumentado", ha aclarado Vilamajor, que ve una relación directa entre esta tendencia y la crisis económica.
El perfil del miembro de la familia que puede poner en peligro el patrimonio familiar es "un hombre de más de 40 años que se casa o pretende casarse con una mujer joven, a menudo extranjera", según el presidente de la citada agencia de detectives.
El hermano
Generalmente, la persona que acude al despacho del detective es un hermano, porque los padres ya son mayores, que cree que su cuñada miente sobre su pasado y se ha casado o se quiere casar por conveniencia.
"El último caso que hemos investigado es el de una joven cubana que hizo creer a la familia que era farmacéutica, cuando en realidad se dedicaba a la prostitución", ha explicado Vilamajor, cuya empresa investigó 30 casos de este estilo en el 2010, mientras que en el 2009 fueron sólo 12 y en el 2008 ninguno.
"Los matrimonios entre autóctonos y extranjeros hace tiempo que están aumentando; sin embargo, los casos han empezado a llegar a las agencias de detectives hace muy poco, por lo que parece claro que la desconfianza está directamente ligada a la crisis", ha añadido.
También han aumentado los casos de "falsas separaciones", en las que el matrimonio se separa legalmente para poder poner los bienes a nombre de uno de ellos, porque el otro tiene deudas. En estos casos, los dos miembros de la pareja siguen viviendo juntos y hacen la misma vida en común que llevaban antes, por lo que la función del detective consiste en obtener pruebas de que la separación es un método para ocultar bienes.
Asimismo, ha aumentado el uso de testaferros, "que cobran entre 200 o 300 euros por permitir que su nombre aparezca como administrador de una empresa en la que no trabajan ni han trabajado nunca. Incluso hay casos de personas que aparecen como administradores y ni si quiera lo saben", ha añadido Vilamajor.
Otro tipo de estafa que llega cada vez más a menudo a las agencias de detectives son las relacionadas con los seguros, sobre todo de coche, porque "están aumentado las personas que se inventan accidentes y lesiones para cobrar indemnizaciones".