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Terror 3D
«XP3D» es la primera película española y de este género rodada en 3D. Qué miedo

El cine de terror español tiene ya un buen número de títulos en su haber que demuestran el éxito de que goza entre el público. La productora Mar Targarona, responsable de «El orfanato» y «Los ojos de Julia», es una de las artífices de este fenómeno en España, consciente de que cuenta con una legión de seguidores fieles. Su nueva película, «XP3D. Paranormal Xperience 3D», recrea todos los recursos clásicos del género, pero también de la tecnología: de hecho, es la primera película española de terror en 3D. El reparto no oculta su aspiración de llegar a un público joven, como tampoco lo hace la propia Targarona: «El "target"principal es el espectador desde los 15 a los 30 años. Esta película me recuerda a la sensación de meterse en el túnel del terror de una fiesta».
El gancho televisivo
Rostros tan televisivos como el de Amaia Salamanca, Maxi Iglesias, Luis Fernández y Úrsula Corberó son los protagonistas de esta historia de suspense y terror que dirige el debutante en el largo Sergi Vizcaíno. «Fue un rodaje muy corto: apenas duró seis semanas, durante las que estuve bastante pendiente de los aspectos técnicos. Sin embargo, creo que el 3D que hemos conseguido se puede equiparar con cualquier super producción americana», explica el realizador. «XP3D» cuenta la pesadilla que vive una pandilla de estudiantes de Medicina para probar que la existencia de un espíritu, médico en vida, que siembra el terror en un pequeño pueblo minero, Susurro, a través de múltiples amputaciones y asesinatos, no existe. «Personalmente, es el cine que me gusta ver. Se basa en un mundo que puedes crear, aunque no tenga una base real. Esta forma de trabajar me motiva mucho», añade Vizcaíno. Para la mayoría de los actores también era la primera vez que trabajaban en este género, lo que supuso un gran aliciente en el momento de aceptar el papel. «No había hecho terror hasta ahora, pero siempre me ha gustado. Además, cuando supe quién era la productora, me lancé al proyecto sin dudarlo», asegura Salamanca, que interpreta a una estudiante cuya fe ciega en la ciencia la lleva a cuestionarse cualquier suceso paranormal y, por lo tanto, embarcar a sus amigos en sus investigaciones. Maxi Iglesias la define como una a película « con ritmo, con mucha tensión. Es realmente diferente. Creo que en EE UU están más acostumbrados a este tipo de película, pero no aquí. Resulta emocionante». Úrsula Corberó, por su parte, interpreta a una superficial y algo pija estudiante, un papel que ejerce el contrapunto a la tensión narrativa que predomina. «Fue una gran oportunidad de hacer un registro que aporta numerosos matices divertidos a la historia», explica. Todos ellos se enfrentarán al peligro en ese pueblo en el que, además, el personaje interpretado por Amaia Salamanca y su hermana, Alba Ribas, descubrirán la dolorosa verdad de su pasado familiar.
La otra matanza
Para meterse en el papel, todos los actores recordaron los títulos de terror que más les habían impactado. Hubo uno, sin embargo, que tuvo una influencia mayor sobre esta película: «La matanza de Texas» (1974, fotografía inferior), de Tobe Hooper. «La vimos todos juntos antes de empezar el rodaje. Creo que es una cinta que nos ha marcado a todos», explica Vizcaíno, quien contó con el guión de Dani Padro, además de la producción de Mar Targarona, para firmar su primer largometraje. Que aquel mítico título ha marcado a la película es evidente: si eliminan algo de sangre y la risa histérica de una de las chicas, la escena de Amaia Salamanca y la de aquel filme irradia un terror parecido.
De noche, solos, en el bosque
Aunque se trata de actores jóvenes, muchos son ya viejos conocidos: han trabajado juntos en televisión (como en la serie «Física o química») y otras películas. Ahora, sin embargo, se enfrentan a un registro diferente: la interpretación está al servicio del suspense en un filme con reminiscencias, incluso, de «Pesadilla en Elm Street» y otros filmes de los años 80 (en la imagen, Freddy Krueger al frente de otros pavorosos psicópatas). «En general, no pasamos miedo, así que contamos con un "coach"para mantener la tensión», explica Salamanca. Úrsula Corberó confiesa que vivió el terror de manera más personal: «En ocasiones era el propio equipo técnico el que me asustaba, sobre todo en las escenas que rodamos de noche en el bosque. Para mí no hubo unas más difíciles que otras; lo complicado fue meterse en este clima de suspense», añade.
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