Estreno

Así se construye un héroe

Por la cabeza de Daniel Écija, productor ejecutivo de Globomedia, llevaba rondando mucho tiempo la idea de embarcarse en «una serie con espadas». La oportunidad se la dio TVE que quería apostar por series con un marco histórico real. La cadena pública quería llegar a un público más joven pero sin perder el interés de los adultos con un género que no se hacía en TVE desde «Curro Jiménez» y era muy importante que la serie no pareciera un cómic.

Lydia Bosch se incorpora a la serie como una estricta religiosa
Lydia Bosch se incorpora a la serie como una estricta religiosalarazon

Una vez elegida la época (la España del siglo XVII) sólo quedaba pensar cómo combinarla con una trama de ficción. Un héroe enmascarado y justiciero que luchara con técnicas asiáticas fue el elegido.

Ahí empezó el éxito y a la vez las dudas y dificultades para construir «Águila Roja», que tras tres temporadas cosechando más de cinco millones de espectadores por capítulo se ha convertido en un clásico de la ficción española. Después de un año desaparecida de la pantalla, sus miles de fieles esperan con impaciencia el estreno de la cuarta temporada, que llegará a La 1 el lunes. Aunque para los más impacientes, la web de la cadena preestrena la nueva etapa mañana a partir de las 12:00 horas.

Director japonés
El éxito de la serie, lejos de relajar a sus creadores, los mantiene alerta para no decepcionar a sus seguidores. Porque para llegar a él han tenido que pasar por muchos cambios y adaptaciones. No en vano el primer episodio fue reescrito y regrabado por los responsables de Globomedia porque, como afirma Pilar Nadal, productora ejecutiva de la serie, «el primer capítulo es vital, y si no funciona, el público no se engancha». Con estas premisas, la primera escena de acción en la que aparecía el protagonista tuvo que repetirse, porque su forma de luchar no era tan asiática como requería el personaje y hasta contrataron un director japonés para que les ayudara a perfeccionar la técnica. Otra de las cosas que tuvieron que pulir fue el vestuario de Gonzalo de Montalvo que se cambió varias veces porque «la capa era muy corta y no volaba lo suficiente. El embozo (la máscara que le tapa la cara) en las escenas de día se veía poco realista y cambiamos la camisa blanca por la negra porque, aunque al espectador le gustaba, queríamos ser muy exigentes». Lo mismo ocurría con el vestuario de la Marquesa para el que se decidieron colores fuertes y un «look» con el pelo suelto para que quedara claro que «es muy adelantada para su época», matiza Nadal.

El lenguaje que utilizan en la serie es otro de los conflictos con el que han tenido que lidiar sus creadores. «Tenía que ser un lenguaje naturalista y no usar el mismo de la época, porque todas las series históricas no son tan rigurosas», señala la productora ejecutiva, «aunque con Sátur y algún otro personaje nos dimos el gusto de que hablara con expresiones que tienen ‘‘sabor'' y que aún se utilizan en los pueblos». La parquedad en palabras del protagonista también es un matiz que no se eligió al azar «porque vestido así no se pueden decir grandes parrafadas y tiene que parecer un personaje reflexivo y mítico, no doméstico».

Los decorados eran otro desafío para el que se eligió luz natural, están abiertos por arriba con el inconveniente de que cada vez que llueve se embarran. Pero la complicación surgió al rodar en exteriores, como cuando se «enamoraron» de una cueva que estaba muy alta y todo el equipo tuvo que subir con mochilas para grabar. Una opción que no le preocupa al actor David Jener, que siempre se muestra dispuesto a realizar él mismo las escenas de acción «porque es muy bueno con la katana», desvela Nadal.

Acción versus amor

Todos estos esfuerzos tienen su recompensa cuando reciben los entusiasmados comentarios de los fans, que sobre todo demandan más secuencias de Gonzalo y Margarita o que esperan ver cómo evoluciona la relación de el comisario con la Marquesa, porque «la acción va atada a los sentimientos y los personajes han de empatizar con el público».


Nuevas caras
Tres nuevas heroínas son las incorporaciones más destacadas de esta nueva temporada: Mónica Cruz (en la foto), que interpretará a una pirata; Manuela Velasco, una rebelde duquesa y Lydia Bosh, como un estricta religiosa. Además, actores como Eloy Azorín, José María Pou o Álvaro de Luna, en la piel del duque de Alba, serán otras caras destacadas. «Tenemos la suerte de que los actores están deseando participar en la serie», afirma Pilar Nadal.