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Más «coaching»

La Razón
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Menos libros «cuenting» para el éxito tomando el pelo al personal. Menos engañar –que no enseñar– claves para triunfar y alcanzar metas. Menos inducir a pensar que los burros vuelan («basta con imaginar algo para conseguirlo»); ahí radica el éxito de ventas. Sin esfuerzo, no se logran metas. Los ganadores tienen estrategias, los perdedores, excusas. Más dignidad. Menos prometer la luna en forma de secreto al que le falla la fórmula principal. Más asertividad, menos frustración. Más potenciar voluntad, excelencia, paciencia, sentido común, compromiso. Más «ánima coaching». Menos apatía-comodismo. «A casa nadie viene a buscarte», decía mi abuela Maríarosetta. El CdR (sociedad), castiga singularidad, profesionalidad, perseverancia, y premia tontismo, aprovechismo. Si objetivos quieres lograr emulando al microondas, asume que fomentarás estulticia, pobreza espiritual, autoengaño. No muerdas los anzuelos del CdR, y tus neuronas no atontarás. El secreto para tener éxito está en el genio: conocerse, potenciar capacidades, ser fiel a principios propios, asumir derechos y responsabilidades. ¿Practicas soluciones «faja»? Ningún curso «coaching» puede sustituir una terapia estructurada, pues imparten teoría genérica, tratamientos superficiales, nada personalizado ni duradero. ¿Estás dispuesto a hacer lo necesario para alcanzar tus metas, aunando análisis, realismo, perseverancia? El «cuenting» da duros a cuatro pesetas, basa su trabajo en secretos ajenos, hace «overpromising», rescata, engatusa, superexperto en todo sin base sólida. El verdadero profesional enseña, guía, pone frente a «errores» y desafíos sin pañitos calientes, no presume, sabe. Tú decides: charlatán o profesional. Toda la vida es «coaching», y los secretos «cuenting» son.