Nueva York

Al Gore «un caniche sediento de sexo»

La Policía reabre el caso de supuesto acoso del político a la masajista de un hotel

Al Gore «un caniche sediento de sexo»
Al Gore «un caniche sediento de sexo»larazon

Cuando Al Gore, vicepresidente de Bill Clinton, se presentó a las elecciones en 2000, que perdió contra George W. Bush, intentó desvincularse lo máximo posible del carismático Clinton. No quería que lo relacionaran con el escándalo de la becaria Monica Lewinsky que estuvo a punto de costarle la presidencia al demócrata. Pero, diez años después, el Premio Nobel de la Paz 2007 tiene que enfrentarse a su propio escándalo sexual. Esta vez no es con una becaria, sino con una masajista llamada Molly Hagerty, que le describe como «un caniche sediento de sexo». En 2006, Hagerty fue supuestamente «asaltada sexualmente» por Gore durante una sesión de masaje de tres horas en el hotel Portland. Sólo años después, en 2009, la mujer presentó cargos contra el político. Según reza la demanda, «me dio un beso con lengua, me masajeó y me cogió el pecho». También asegura que le provocó heridas en la pierna y en la rodilla que la obligaron a someterse a sesiones de rehabilitación durante meses. Entonces, la mujer se lo contó a la detective Molly Daul. No se presentaron cargos formales porque no había suficientes pruebas.

Pruebas de ADN
Ahora la Policía de Portland ha reabrierto el caso sin explicar los motivos. «Según nuestra política respecto a las investigaciones abiertas, la oficina de Policía no hará ningún comentario específico adicional sobre el caso en este momento», indicó en un comunicado. Pero el tabloide «National Enquirer» ha ido más allá y asegura que hay pruebas de ADN, testigos e imágenes que prueban las acusaciones. Según el testimonio de la masajista, Gore le propuso mantener relaciones sexuales, a pesar de que ella no las buscaba. Mientras, utiliza las palabras «pervertido», «depredador sexual» y «hombre enfermo» para describir al prestigioso demócrata.

La portavoz de la familia Gore, Kalee Kreider, ha desmentido las acusaciones. «No puedo hacer comentarios sobre todas las historias inexactas, difamatorias y engañosas que publican los periódicos», admitió Kreider. «El señor Gore negó esta acusación cuando supo de su existencia hace tres años y mantiene su postura», enfatizó en otro comunicado.

Además, resaltó que el político «se congratula de que se haya reabierto esta investigación». Ya sólo queda que la misma siga su curso. Y se espera que Al Gore no tenga que arrepentirse de nada en un futuro, ni tener que dar explicaciones como en su día hizo Bill Clinton.


Fin de su matrimonio

La decisión de reabrir el caso se produce semanas después de que Al Gore anunciase la separación de su mujer, Tipper, tras cuarenta años de matrimonio. Los medios de comunicación continúan indagando en el pasado de Gore para ver con qué trapos sucios pueden explicar esta repentina ruptura.