Empresas

El «renting» como solución «móvil» de la crisis actual

El «renting» como solución «móvil» de la crisis actual
El «renting» como solución «móvil» de la crisis actuallarazon

MADRID- Con el mercado del automóvil en continua contracción a causa de la crisis de los últimos años, muchas son las alternativas que puede ofrecer un servicio que, tradicionalmente, está relacionado con las grandes empresas, el «renting». «En países como Holanda o Inglaterra, la penetración de este servicio, o del de «leasing», es del 30%, mientras que en España ronda el 14%», afirma Ignacio Barbadillo, consejero delegado de LeasePlan.

«Durante muchos años hemos crecido orgánicamente (demasiada especialización en un solo nicho) y por eso no hemos mirado a otros sitios», aseguró Fernando Cogollos, consejero delegado de Northgate, en la última mesa redonda sobre el «renting» que se celebró en LA RAZÓN. «Las crisis son también para buscar oportunidades de negocio, por eso hay que ser más flexibles y buscar soluciones de uso», añadió Cogollos. De ahí que se considere el «renting» como algo más que un simple alquiler de coches o un prestador de servicios. «No somos alquiladores de vehículos sino gestores de movilidad del mismo», sentencia Ignacio Barbadillo.

La apuesta del sector
Aunque los datos de los últimos años no son demasiado buenos, «hay atonía e incertidumbre, al igual que ocurre con la economía en general», afirmó Agustín García, presidente de la Asociación Española del Renting (AER), «el sector se ha reestructurado y ha optimizado la producción para ser más rentable», principalmente debido a la concentración de diversas empresas, lo que también ha permitido la internacionalización del servicio. Sin embargo, todavía hay que dar a conocer más a fondo la estructura del «renting» y apostar por más sectores. «En España hay 1,8 millones de pymes que todavía no hemos abarcado adecuadamente», según Ignacio Barbadillo, y «es por los autónomos y estas pequeñas y medianas empresas por las que hay que apostar en el futuro», corrobora Ignacio Boneu, director de Flotas y Re-marketing de FCE Ford España.

Además, otro de los posibles focos de negocio sería la posibilidad de llevar el «renting» a los particulares. En la actualidad hay un parqué total de 31 millones de vehículos en España, que principalmente pertenecen a particulares, y el «renting» abarca alrededor de 480.000, por lo que «sí podría ser una alternativa para modificar la flota, aunque el individuo necesitaría un incentivo fiscal» que lo llevara a usar los servicios de «renting», según explicó Pedro Malla, director general de ALD Automotive.

Y es que, aunque todo el mundo puede contratar una operación de «renting», empresas y autónomos cuentan con ventajas fiscales que los particulares, de momento, no tienen. «Esto podría ser una oportunidad de negocio, pero a largo plazo», afirma Malla. Pero no es tan fácil. «Penetrar en el mercado de particulares es más complicado», aseguró Javier Martín, director general de Caixa Renting. «La constante de futuro son las pymes, ya que, aunque nuestra entidad cuenta con casi 10.000 millones de clientes, cuesta cambiar la mentalidad respecto al ‘‘renting''», añade Martín.

La apuesta más segura son las pequeñas y medianas empresas, que además fomentan el empleo. «Hay pymes que todavía no conocen bien las ventajas del servicio, y el problema del ‘‘renting'' es que elude el sentimiento de particularidad que un usuario individual establece con su coche» –según Barbadillo–, porque supone la segunda mayor inversión de su vida, después de la casa.

Dinamizar el parqué
Impulsar el «renting» en la sociedad ayudaría a dinamizar el sector del automóvil. «El paronama actual muestra una reducción considerable del parqué nuevo y seminuevo, mientras que las ventas de los vehículos usados de más de diez años han aumentado en casi un 10%», explica Cogollos. Además, este año también se espera que aumenten en un 10%, lo que supondría que en el periodo 2012-2013 entrarían en el mercado casi 900.000 vehículos usados, más que las previsiones de venta de las concesionarias para los nuevos coches.

Y con esta situación coyuntural, el «renting» contribuiría a dinamizar el sector –por ejemplo, si el particular fuera capaz de renovar coche cada cinco años en lugar de cada diez–, y a dinamizar el empleo –al fabricarse más vehículos–, y la hacienda pública no perdería porque, al tener dos renovaciones de coches, recaudaría doblemente por IVA y por impuesto de matriculaciones.
Hay que fomentar la compra de vehículos nuevos, pero el principal problema de esto es el aspecto del capital por la fuerte crisis económica que azota a la sociedad española. Y en el momento en que el capital es un problema para la pyme, «el renting es la solución porque aporta valor añadido, evita el consumo de capital y supone un gasto con ventajas fiscales para las empresas», según Cogollo. En resumen, «es una inversión, ya que no hace falta consumir crédito bancario».

 

La tecnología y el valor añadido de las compañías del sector
«La tecnología al servicio de la movilidad inteligente». Este eslogan enmarcará la convención del «renting» de este año, según el presidente de la asociación, Agustín García. Y es que invertir en innovación «es un complemento a la movilidad y ayuda a dar el mejor servicio posible», destaca Pedro Malla. Los datos hablan por sí solos. «La siniestralidad de muerte de los servicios de ‘renting' es cuatro veces menor por kilómetro recorrido que la media nacional», asegura Agustín García. «Aunque también hay que destacar el mérito de los fabricantes y tener en cuenta que los conductores de ‘renting' suelen ser más experimentados», añade.

Sin embargo, como bien indica Fernando Cogollos, «hay que diferenciar entre la tecnología propia que ya incorpora el vehículo y el valor añadido que le proporcionan las empresas de ‘renting'». Una inversión que «tiene que orientarse principalmente a facilitar y mejorar la gestión con clientes y conductores», ratifica Ignacio Barbadillo. Porque «uno de los mayores cambios que han provocado las nuevas tecnologías ha sido la evolución del ‘interface' entre el hombre y la máquina» corrobora Ignacio Boneu, que cada vez están más juntas.