Estrangula a su novia y la muestra por webcam a su padre en Rumanía

Los dos eran muy jóvenes: 21 recién cumplidos él y 19 ella. Ya tenían una niña de tres años, Anna, y esperaban un bebé de cinco meses. Dorel Marcu y Viorela Moldovan llegaron desde Copsa Mica (Transilvania, Rumanía) hace un par de años. Se instalaron en Torrejón de Ardoz (Madrid), donde vivía la madre de ella. Los cinco (la joven pareja con su niña, la madre y la hermana de Viorela, Gerorgiana, de 13 años) compartían el cuarto piso del número 31 de la calle Granados. Pero las cosas entre Dorel y «Vio», como la llamaban en casa, no iban bien. El domingo por la noche la pareja discutió y, a la mañana siguiente, la escena se repitió. Entre gritos, Viorela le confesó a Dorel que el bebé que esperaban en realidad, no era suyo. Quizás era sólo una excusa para que él accediese a dejar la relación o quizá era cierto. El caso es que el joven montó en cólera y salió por el peor lado.

Cogió una corbata, según fuentes de la investigación, se la puso alrededor del cuello a Viorela y presionó hasta dejarla sin respiración. Al parecer, la pequeña Anna, de tres años, se encontraba en ese momento en el domicilio. Pero el trágico final de la historia no termina aquí. Dorel llamó a su hermano, en Rumanía, y le dijo que se conectara a internet porque tenía que contarle algo muy serio. El homicida mostró a su hermano lo que había hecho a través de la webcam.

El chico, horrizado, se lo comunicó a su padre y el hombre reaccionó con una llamada a la Policía rumana. Además, Dorel advertía de que, cuando llegase a casa su cuñada, de 13 años, haría lo mismo con ella. Los agentes se pusieron en contacto con los autoridades españolas y éstas acudieron rápidamente al domicilio. Tras varias llamadas, Dorel abrió la puerta sin ofrecer resistencia a su detención. «Vio» estaba muerta, tendida en la cama. Es la mujer número 17 muerta a manos de su pareja en España.