Elecciones municipales

CiU y PP piden el cese de Boada por su ausencia en la batalla del 29-S

Los altercados en la ciudad de Barcelona marcaron el día después de la huelga general en Cataluña.

La presidenta del PP, Alicia Sánchez Camacho, ayer en una conferencia en Tribuna La Salle
La presidenta del PP, Alicia Sánchez Camacho, ayer en una conferencia en Tribuna La Sallelarazon

Barcelona- Como es habitual, el día después de la huelga general sirvió para proceder a las valoraciones. Pero en Cataluña el seguimiento del paro pasó a un segundo plano y la valoración se centró en el recuento de daños después de los disturbios en las calles de Barcelona. Mientras desde el Govern se intentó justificar la intervención policial, la oposición coincidió a la hora de pedir responsabilidades y la dimisión del secretario general de Interior, Joan Boada, que se encontraba en la manifestación a favor del huelga celebrada en Girona. En el caso del PP, se fue un paso más allá y se pidió incluso el cese del conseller de Interior, Joan Saura.
Para la presidenta del PP, Alícia Sánchez-Camacho, los altercados en la capital catalana no responden a otra causa que el desalojo de los «okupas» que estaban instalados en la antigua sede de Banesto en la plaza Cataluña desde el pasado sábado. Por este motivo, exigió al presidente de la Generalitat el cese de los dos máximos responsables de Interior. Según Sánchez- Camacho, si Montilla no corta la cabeza de Saura y Boada de inmediato se convertirá en el «máximo responsable de los incidentes protagonizados por los antisistema». Por su parte, el presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández Díaz, reclamó actuar contra la dureza de los piquetes y, sobre todo, contra «el esperpento de los piquetes okupas».
Al margen del PP, desde CiU también se oyeron voces críticas con el dispositivo policial de la huelga en la ciudad de Barcelona. El presidente de la federación nacionalista, Artur Mas, subrayó que en un «país serio» Boada ya habría sido destituido por su «irresponsabilidad». Unas palabras que suscribió también el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Por su parte, el líder de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias, lamentó la «permisidad» del consistorio Barcelonés con el colectivo «okupa». Trias lamentó que la contundencia que exhibió el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, el mismo día de la huelga no sea extensible a otros sectores del gobierno municipal. Cabe recordar, que incluso Hereu criticó la actuación de Interior en los altercados de Barcelona.
Sin embargo, tanto ERC como ICV intentaron quitar hierro al asunto. Los republicanos tacharon de «aislados» los incidentes, en palabras de su secretario general, Joan Ridao, que se mostró convencido de que tras el bombo a los altercados hay «intereses» para «enmascarar el éxito» de la huelga.