Bélgica

Bélgica: el encargado de formar gobierno a punto de tirar la toalla

El encargado de negociar la formación de un nuevo gobierno en Bélgica, Elio Di Rupo, se encuentra a la espera de una "señal"de otros partidos para tratar de seguir avanzando en esa tarea, que se plantea abandonar si continúa el actual bloqueo.

La Razón
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Los representantes de los siete partidos involucrados en la discusión sobre la reforma del Estado -asunto fundamental para la creación de una nueva coalición gubernamental- estuvieron ayer reunidos hasta altas horas de la madrugada sin lograr avances significativos.


Di Rupo, líder de los socialistas francófonos, presentó anoche a su homólogos del resto de fuerzas una nueva propuesta que no logró el consenso y se mantiene a la espera de que los otros partidos -en especial los nacionalistas flamencos- muevan ficha.


En caso contrario, podría presentar su dimisión como "preformador"incluso esta noche, según aseguran algunos medios belgas como el diario francófono "Le Soir"y el flamenco "De Standaard"en sus páginas web.


El portavoz de Di Rupo ha asegurado que después de la fallida reunión de esta madrugada no hay más encuentros programados.


"Si no se recibe una señal de uno u otro partido que permita recuperar la esperanza de un consenso, el 'preformador' sacará sus conclusiones", ha dicho a los medios belgas.


Aunque continúan con el máximo secreto, varias fuentes citadas por la prensa belga aseguran que el bloqueo de las negociaciones se debe al desacuerdo sobre el distrito electoral Bruselas-Halle-Vilvoorde -símbolo del conflicto entre francófonos y flamencos- y al modelo de financiación de la región de Bruselas.


En medio de esa tensa situación, hoy ha tenido lugar la tradicional "peregrinación de Ijzer", en la que los nacionalistas flamencos conmemoran lo que consideran el nacimiento de su sentimiento nacional con motivo de las sangrientas batallas de la Primera Guerra Mundial que tuvieron lugar en esa zona.


A pesar del clima político del país, los discursos fueron moderados y evitaron provocaciones.


El líder del NV-A y ganador de las últimas elecciones, el nacionalista Bart De Wever, no participó en los actos.