País Vasco

Bildu insiste en no condenar el intento de asesinato del gendarme

Las opciones de los abertzales para estar presentes en las elecciones del 22-M son cada día que pasa más escasas. Sus aparentes intenciones de reformarse y alejarse de ETA para participar en el juego democrático se diluyen a la mínima de cambio.

La Razón
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Y en este caso ha sido el intento de asesinato de un gendarme francés el que ha retratado a los diversos actores del sector más radical del País Vasco. Mientras Sortu guarda silencio, Bildu hizo caso omiso de las llamadas a la contundencia en la condena del intento de asesinato de un gendarme por ETA en Francia. En su lugar, volvió a repartir reponsabilidades, establecer equidistancias y recurrir al victimismo al lamentar que su rechazo sea considerado «insuficiente».

La coalición electoral integrada por EA, Alternatiba e independientes abertzales emitió el domingo un comunicado que dejó mucho que desear al tildar de mero «incidente» el tiroteo de ETA en el que resultó herido un gendarme galo. Ayer sus portavoces despediciaron una segunda oportunidad para ser más exigentes y explícitos con la organización terrorista. Al ser preguntados por el tiroteo en una comparecencia pública se limitaron a reconocer que «va en la dirección contraria» al Acuerdo de Guernica, que exigía una tregua a ETA.

El líder de Alternatiba, Oskar Matute, censuró que el rechazo de Bildu haya sido criticado y «el de los demás sea suficiente». Urizar, sin aludir directamente al tiroteo, afirmó que hay que trabajar para que «no se vuelva a repetir ni eso ni otras cosas». Y aquí sí se refirió directamente a la situación de los familiares de presos de ETA «que están sufriendo una condena injusta».

La izquierda abertzale, en cambio, fue más «práctica». Viendo que las opciones se acaban y que se escapa la oportunidad de volver a los sillones de los ayuntamientos, emitió ayer un comunicado en el que afirmaba que los «compromisos adquiridos por ETA» con el alto en fuego «no son en absoluto compatibles con el tiroteo», hecho que calificaron de «sumamente grave, incomprensible e inaceptable».

La izquierda abertzale «rechaza» (que no condena) el ataque «tanto por la gravedad como porque entorpece la nueva fase abierta en Euskal Herria». Por ello, pide que «cuanto antes se den las explicaciones pertinentes para que se esclarezcan los hechos», un último apunte ambiguo y que iguala a los etarras y los gendarmes.