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«Es un honor que Don Juan Carlos venga a cazar con nosotros»

Personas cercanas al Rey explican cómo son las cacerías en las que participa

«Es un honor que Don Juan Carlos venga a cazar con nosotros»
«Es un honor que Don Juan Carlos venga a cazar con nosotros»larazon

MADRID- Cada vez que el valenciano Tony Sánchez Ariño vuelve de uno de sus viajes africanos procura hacer una parada en La Zarzuela para llevarle a Don Juan Carlos un trozo de carne de biltong (de búfalo o antílope), «que le gusta mucho». Además de las fotografías del safari. Porque el valenciano, a sus 82 años de edad, es el cazador profesional con más años en activo en África –1.315 elefantes abatidos por él podrían avalarlo–. Su mujer, Isabel Quintanilla, tiene una asociación en Tanzania para dar clase a niños masais, llamada «Cazadores solidarios», subvencionada por cazadores que acuden asiduamente al país africano. Precisamente donde su Majestad el Rey se fracturó la cadera el pasado jueves, tras cuatro días de safari –Don Juan Carlos aterrizó en el aeropuerto de Maun, el más cercano al delta del Okavango, desde el que se dirigió a una reserva cinegética junto a la frontera con Zimbawe–. «Estoy indignada por todo lo que se está diciendo», comenta Quintanilla. «Los cazadores son los que más respetan y cuidan África».
 
Asegura llevar más de 40 años viajando a África con su marido. Y, a causa de la polémica suscitada en torno a la actividad del Rey durante estos días –debido a que abatir un elefante supone un desembolso mínimo de 30.000 euros, y el país soporta la mayor crisis económica desde la Transición–, ella, dentro del círculo de cacería del Monarca, explica su punto de vista. «El Rey no paga un céntimo cuando participa en estos safaris», asegura. «Jamás he visto que lo hiciera. Por la sencilla razón de que como para la organización que gestiona el viaje es un honor tenerle allí, le invita». Y añade: «Es decir, esos 30.000 euros no han salido de nuestro bolsillo».

Respecto a la caída de Don Juan Carlos a esas altas horas de la madrugada –entre las 4 y las 5 de la mañana del viernes, según informó Avelino Barros Caballero, jefe del Servicio Médico de la Casa Real– también tiene una explicación. «No ves un pájaro durante el día porque hace mucho calor», explica. «Es por esto que los cazadores tienen que madrugar, para salir antes de que amanezca y aproximarse a la zona en que se encuentran los elefantes. Si no es imposible cazarlos, porque no hay movimiento».

Para Quintanilla, el tropiezo del Rey es lógico. «Una persona mayor, saliendo a oscuras de la caseta es normal que se caiga. Hay que tener mucho cuidado en estas cabañas porque están construidas sobre pilares, y hay unas escaleras para llegar al comedor. Por eso es fácil que se cayera».

«Enamorado de la caza»
La cazadora habla por ella, su marido y «aquéllos que realmente conocen la profesionalidad del Rey». Asegura que el respeto del Monarca por la naturaleza es innegable. «Está enamorado de la caza. Para los que la entendemos, significa que ama la naturaleza. Y sé que el Rey es un hombre muy sano, física y mentalmente, y un gran deportista».


LA IMAGEN
Los escalones de la caída
Las reservas naturales de Botsuana son destino preferente de cazadores de todo el mundo, que pueden practicar su afición favorita mientras se alojan en un entorno natural como el que se aprecia en la fotografía. En un bungalow como estos estuvo alojado Don Juan Carlos los cuatro días que permaneció en el país africano. En una escalera como ésa pudo sufrir la caída. Las pasarelas, como los alojamientos, se construyen sobre pilares para evitar la entrada de reptiles y otros animales a las habitaciones.