Valencia

Rajoy espera acontecimientos y no intervendrá en el PP valenciano

La situación delicada que atraviesa el presidente de la Diputación de Alicante, el popular José Joaquín Ripoll, ha reabierto la vieja guerra entre «zaplanistas» y «campistas» que dormita en las filas del PP valenciano. De ahí salieron ayer rumores diversos –hasta el de una intervención con cirugía drástica en la organización regional–, que la dirección nacional desmintió categóricamente.

Rajoy responsabiliza a Interior del «espectáculo poco edificante» de Alicante
Rajoy responsabiliza a Interior del «espectáculo poco edificante» de Alicantelarazon

Una vez más Mariano Rajoy ha impuesto su ley ante un caso en el que se vincula a su partido con la corrupción. Y esa ley consiste en medir los tiempos y no mover más ficha que la de colocar el foco en la actuación del Gobierno y en su utilización «política» de la Fiscalía y de la Policía. Rajoy, personalmente, ha mantenido comunicación con el presidente valenciano, Francisco Camps, para hacerse su composición de lugar. También ha recibido impresiones directas del propio Ripoll, quien trasladó ayer a Génova el mensaje de que estaba muy tranquilo ante la citación judicial a la que tuvo que hacer frente.El PP, por tanto, no se planteaba ayer tarde adoptar ninguna medida política ni disciplinaria, y la decisión del juez encargado de la investigación del «caso Brugal» ratificó esa previsión e inyectó tranquilidad en la dirección nacional. Precisamente su principal preocupación antes de ese posicionamiento del juez era el alcance de las posibles medidas cautelares que pudiesen recaer sobre Ripoll. De momento, el primer desenlace judicial apuntaló la teoría de la operación «política policial» supuestamente orquestada por Interior y que ayer avaló Rajoy. En una comparecencia tras reunirse con el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, y que no estaba prevista el miércoles por la tarde, explicó que le había trasladado personalmente a Ripoll su «solidaridad» por haber sido detenido «sin una orden judicial». También exigió al ministro Alfredo Pérez Rubalcaba que comparezca en el Congreso para dar explicaciones sobre el «espectáculo muy poco edificante» de las detenciones de Alicante que afectaron a «derechos fundamentales» por no tener respaldo del juez. Rajoy incidió en que la responsabilidad es política, no de los policías, porque éstos siguen siendo los mismos de su etapa como ministro del Interior, y entonces «jamás» ocurrieron cosas parecidas. «Aquí se ha detenido a mucha gente, se les ha metido en el calabozo, se les ha dejado después en libertad y, años después, o se han archivado las causas o seguimos sin saber», comentó, para reforzar su denuncia de la conspiración.Génova no quiere fuegos en ValenciaGénova está haciendo de apagafuegos para que en el PP valenciano se mantenga aparentemente la paz interna. Su advertencia es clara: hay que cerrar filas y centrar el discurso en denunciar la utilización partidista del Ministerio del Interior de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de la Fiscalía Anticorrupción. A la dirección nacional le preocupa que las dificultades que atraviesa el presidente de la Diputación de Alicante puedan ser aprovechadas por el sector oficial del partido regional para cobrarse «vendettas» pendientes del pasado. Ripoll ha ejercido de crítico de Camps y coqueteó incluso con la candidatura de Juan Costa en el Congreso Nacional que se celebró en Valencia.