Elecciones Generales 2016

Que decida el pulpo

La Razón
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Demasiado rollo electoral. Ni el CIS ni las encuestas de los partidos, ni Zapatero, ni Rajoy. ¡Que decida el pulpo Paul! Tanto dinero gastado por parte del Gobierno a través del Centro de Investigaciones Sociológicas, por los partidos políticos, por las instituciones autonómicas, para nada. Lo comentaba ayer mi amigo Rogelio al resguardo del cabo de la Nao, con una mar transparente, que en nada tiene que envidiar al Caribe o a las Baleares. Zapatero discutiendo si Trinidad Jiménez o Tomás Gómez. Rajoy consultando al espejo de ese fracaso de aprendiz de brujo llamado Pedro Arriola. Y unos cuantos líderes autonómicos dudando entre el leal o el domado. Y, mientras tanto, el pulpo Paul tan tranquilo, después de haber ofrecido una exhibición de aciertos en el último Campeonato del Mundo de Fútbol. Pleno total hizo en la previsión de resultados. La Unión Europea y Barak Obama deberían obligar a España a eliminar un gasto de centenares de millones de euros en un momento de especial gravedad económica. Fuera las elecciones. Una urna del PSOE y otra del Partido Popular y que se pronuncie el pulpo Paul sobre un determinado número de escaños, los que normalmente logran ambos con posibilidad de alcanzar incluso una mayoría absoluta. Por ejemplo, 310-315. Los otros para el resto de siglas –CiU, IU, PNV, ERC …– . Más aún, en lugar de subirnos los impuestos, el Estado podía embolsarse una pasta con los derechos de televisión. España entera y el mundo pendiente del acontecimiento planetario (Pajín dixit) en «prime time». Además de rentable, un alivio para todos los españoles, que nos veríamos liberados de la insoportable campaña electoral. Cuando Paul, sumergido en la pecera, se dirigía a las urnas, desperté. Así es la vida.