Literatura

Cuba

El diario poético de Blas de Otero

De izquierda a derecha, Gabriel Celaya, Blas de Otero, Rosario Conde, Carlos Barral y José Agustín Goytisolo
De izquierda a derecha, Gabriel Celaya, Blas de Otero, Rosario Conde, Carlos Barral y José Agustín Goytisololarazon

Son más de trescientos poemas. Exactamente 306. De ellos, 161 son inéditos. El 29 de junio de 1979, cuando Blas de Otero falleció con 63 años, el mundo de la poesía quedó huérfano. Y también ese último proyecto que desde hacía tiempo acariciaba y al que rondaba día sí, día no, con versos y rimas. Anhelaba concluirlo desde hacía mucho, aunque jamás encontró el momento adecuado para añadir ese punto final que permite entregarlo de una vez y por todas al editor. Un sueño que, al final, su repentina desaparición impidió que concluyera y rematara, pero no que titulara de forma acertada y apropiada como «Hojas de Madrid con La galerna».

Voz cotidiana«Es un libro que dejó metido en carpetas. No existía una estructura definida. Hemos tenido que ordenarlo por orden cronológico. Cada una de las composiciones estaba fechada. De tal manera que se ha convertido en un diario. A través de su lectura podemos ahora revivir su día a día, podemos escuchar de nuevo su voz y conocer cuál era su experiencia cotidiana», reconoce Sabina de la Cruz, viuda del poeta y responsable de la edición que ahora publica Galaxia Gutenberg. Entre una página y la siguiente asoman sus preocupaciones y su optimismo. «Encuentras una mirada inteligente sobre la vida. No se entretiene en florituras. Va directo al asunto. Acababa de tener una operación por un tumor cancerígeno y ahí está su rebelión contra la muerte. Piensa que va a morir, pero lo dice sin desesperación. Lo acepta y, además, afirma, hay que seguir viviendo». Comenzó a escribir la primera parte a su regreso de Cuba, en el año 1968. Son «Las hojas de Madrid»; la segunda, «La galerna», es un acercamiento más íntimo, «casi de carácter psicoanalítico», a su estado de ánimo. «En este libro aparece lo que está ocurriendo en 1968. Lo que pasaba en París, en España, donde ya se palpaba que iba a ocurrir algo nuevo. En la década de los setenta ya se intuía que iba a irrumpir la democracia. Él habla de ese cambio, pero con el tinte de su etapa social. Tiene una visión más meditativa sobre la realidad histórica. Asistimos a una mezcla de los acontecimientos políticos mezclado con su discurrir diario, el paisaje que ve, sus animales, como su perro y su canario». Pero lo que Sabina de la Cruz insiste en remarcar es su humor. Y lo repite: «Sí, humor. Siempre ha existido en su obra, aunque nunca se ha destacado, pero en esta ocasión no puedes escapar de él. Lo que pasa es que siempre ha sido muy surrealista. Pero está ahí. Ha desaparecido ese matiz más angustiado que podría interprertarse en otras partes de su obra. Pero ahora sobresale cuando escribe sobre la Vuelta Ciclista a España o cuando en un soneto habla de la comida. Ésa es una diferencia importante, porque es un diario en el que aparece el amor, los temores, la tristeza y el dolor».

Título: «Hojas de Madrid con La Galerna» Autor: Blas de Otero. Editorial: Galaxia Gutenberg. Pags: 397 páginas. 22 euros