Qué credibilidad

Lo preocupante es que el entusiasmo no sólo es de Jesús Eguiguren, sino de Zapatero, que ve credibilidad y esperanza en la nueva Batasuna. Ojalá sea así, pero leyendo la entrevista al presidente del Partido Socialista vasco en El Correo y escuchando las declaraciones de Rufino Echeverría a la Cadena Ser acaba uno inquietándose más si cabe.

Porque si es grave que Jesús Eguiguren se refiera a la banda terrorista ETA como «terrorismo VIP», más aún lo es que reconozca que «la disolución (de la banda) es algo que no se va a producir» y que «menos mal que tenemos a Rubalcaba para torear (en este tema) con maestría a los del Partido Popular».

Quizás por eso mismo elogiaba la «credibilidad» de Rufino Echeverría, que el pasado martes en la Cadena Ser decía con descaro que «no tiene miedo a ETA sino a otro tipo de violencias represivas», tras llenársele la boca con la palabrería proetarra de siempre: lo que hay en el País Vasco es un «conflicto político» con un problema de «violencia política» que perdura «desde hace varios siglos» y bla-bla-bla.

Ni Rufi Echevarría ni sus colegas de Sortu-Batasuna han condenado los crímenes de ETA ni lo piensan hacer. Siguen con la misma cantinela filodelincuente de siempre, aderezada con un texto jurídicamente correcto para lograr lo único que les interesa ahora: poderse presentar a las próximas elecciones municipales para seguir en las instituciones.
Y el Gobierno ya ha decidido que sea así.