«Pedagogía» contra el tabaco a las puertas del hospital

MADRID- Si un acuerdo imprevisto no lo remedia, faltan apenas dos meses y medio para que entre en vigor la nueva Ley Antitabaco, que prohibirá fumar en todos los lugares públicos cerrados. El primer paso de la recta final de esta reforma, que modificará la ley que entró en vigor hace menos de cinco años, se dará hoy en el Congreso, donde se aprobará, previsiblemente con el acuerdo de todos los grupos, el texto definitivo de la norma, que pasará al Senado y volverá a ser ratificada en la Cámara Baja con tiempo de sobra para que entre en vigor en enero, como pretende la ministra de Sanidad.

La fecha no será el único logro del Ministerio «ideólogo» de la reforma. Por el contrario, en la tramitación se han introducido novedades que ampliarán la prohibición no sólo a los espacios cerrados, sino a parte de los lugares públicos abiertos. Así se acordó ayer en la ponencia que estudia el proyecto legislativo la Comisión de Sanidad del Congreso. En concreto, en los recintos de los hospitales y centros de salud no se podrá fumar, aunque estén al aire libre. Médicos, enfermeros, empleados de todo tipo y visitantes tendrán que aguantarse las ganas de encender un cigarrillo porque su deber será hacer «pedagogía sanitaria», según se recoge en el texto que se votará hoy.

Los profesores tampoco

La nueva normativa tampoco permitirá fumar en los recintos de centros educativos al aire libre, es decir, no se permitirá a los profesores consumir tabaco en patios de colegios o institutos, de la misma manera que estará prohibido fumar en las zonas de juegos infantiles de los parques públicos. El acuerdo alcanzado ayer hace una excepción con los campus universitarios, al ser sus alumnos mayores de edad.

Donde sí se podrá encender un cigarro, tal y como prometió en su día Trinidad Jiménez, es en las terrazas. Eso sí, la Comisión de Sanidad se encargó ayer de definir qué se considerará como tal; el resultado, un término medio entre lo que pedían los médicos y los hosteleros: cuando haya dos paredes y un techo, se podrá fumar. Si hay tres paredes, no.

Por último, ayer los grupos también hablaron sobre los polémicos «clubes de fumadores».

Esta figura, contemplada en la proposición de ley, parecía destinada a convertirse en un «coladero» para que los bares y restaurantes tuvieran un resquicio legal que permitiera fumar a sus clientes. Pues bien, el PSOE e IU ultimaban ayer una enmienda transaccional para evitar que los locales «se conviertan en lo que no son» o «que las zonas habilitadas para fumar en los poquitos restaurantes que hicieron obras se conviertan en clubes de fumadores», según explicó la portavoz socialista, Pilar Grande. Para ello, intentarán poner trabas para que los locales no puedan cambiar de actividad (de cafetería a club de fumadores, por ejemplo) sin justificarlo.

El PP, aunque no comparte esta enmienda por entender que se trata de «una actividad privada», descarta votar hoy en contra de la norma. Así lo confirmó a este periódico el diputado Santiago Cervera. Y eso pese a que en la tramitación su grupo prácticamente se ha quedado solo en sus propuestas. En la votación de hoy mantendrán «viva» la enmienda que propone, como piden los hosteleros, dar la posibilidad de crear habitáculos de hasta el 30 por ciento de un local, separados del resto y sin servicio de camareros. Sin embargo, y pese a que el sector asegura que CiU les ha prometido su voto a favor, ningún grupo ha confirmado que la vayan a apoyar. Tampoco apoyarán la propuesta del PP de dar una prórroga hasta julio para la ley.

Los populares, no obstante, consideran que han avanzado, pues han conseguido que el texto incluya una mención a los tratamientos antitabaco. Pero la proposición sólo indica que «se promoverá la creación de unidades de deshabituación», y no concreta nada sobre financiación.