Honolulu

El presidente demuestra que es nativo de EEUU con su partida de nacimiento

Finalmente la Casa Blanca sacó la «artillería» para silenciar las dudas en torno al lugar de origen de Barack Obama. El 44º presidente de Estados Unidos nació en un hospital de Honolulú (Hawai) el 4 de agosto de 1961.

La Razón
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Así consta en el certificado de nacimiento que ayer fue difundido por el director de Comunicaciones de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, quien dio por cerrado el cuestionamiento sobre la nacionalidad real del jefe de Estado norteamericano, a quien personalidades de la política y la economía, entre ellas el magnate Donald Trump, acusaban de no haber nacido en suelo estadounidense. El documento original mostrado ayer explica que Obama nació en el Hospital de Maternidad y Ginecología de Kapiolani en Hawai.

El certificado está firmado por la madre del presidente, Anne Duham Obama, además de por un testigo y por funcionarios del registro civil. Pfeiffer criticó los rumores al decir que era «malo para el país» el debate generado por Trump, quien al conocer la difusión manifestó que «he conseguido lo que nadie más ha conseguido», porque a su juicio forzó a Obama a presentar el certificado al público. Sin embargo, el precandidato presidencial a las elecciones de 2012 señaló que esperaba tener el certificado en la mano para constatar que «sea el verdadero para que podamos zanjar ya la polémica y centrarnos en los temas importantes».

La controversia levantada por el llamado movimiento «birther», que desde 2008 asegura que Obama no es originario de EE UU y que por tanto su elección viola la Constitución norteamericana, en la cual se establece que sólo los nacidos en suelo estadounidense pueden ser presidentes de este país, también fue mencionado por el mismo Obama, quien recordó que existían cosas más importantes y por ello no «iba a perder tiempo» en algo ya explicado desde hace tres años, cuando estaba en su campaña electoral. «No tenemos tiempo para esas tonterías.

Tenemos cosas importantes que hacer», resaltó el presidente en unas escuetas declaraciones ofrecidas ayer desde su residencia oficial. Estados Unidos, que afronta una serie de retos económicos por la discusión del presupuesto en el que el Gobierno busca endeudarse y aumentar el déficit fiscal, que ronda el 11% del Producto Interior Bruto, ha vuelto a poner en el ojo del huracán los cuestionamientos sobre la vida de Obama, quien afronta horas bajas y en varios frentes como el de la filtración de los documentos de Wikileaks y la participación en la intervención en Libia. No obstante, Obama salió al paso y prefirió mostrar el certificado original para zanjar de una vez por todas el tema y centrarse en los «grandes problemas que debemos resolver».