Sevilla

Ávila sobre la caja única: «Estamos en el mundo para lo bueno y lo malo»

«Estamos en el mundo para lo bueno y para lo malo». De esta manera tan gráfica justificó ayer en el Parlamento andaluz los últimos movimientos que han realizado las cajas de ahorros andaluzas, un proceso que fue tildado de «fracaso» por PP e IU a tenor de la imposibilidad por parte del Gobierno andaluz de crear una gran caja andaluza

Antonio ávila / Cons. de Economía
Antonio ávila / Cons. de Economíalarazon

El consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, enmarcó las últimas fusiones frías –como la de Cajasol– o adjudicaciones –caso de Cajasur al banco vasco BBK– en el «complejo panorama de reestructuración» que está sufriendo el sistema financiero nacional, consecuencia de la crisis económica. De esta manera, con las últimas operaciones, las cajas andaluzas «ganan solidez, eficiencia y aprovechan más sinergias» porque el contexto nacional e internacional «así lo demanda». Igualmente, remarcó que las entidades resultantes «siguen vinculadas a Andalucía, mantienen aquí su sede y siguen desarrollando su obra social».

Una visión radicalmente opuesta expuso el portavoz popular, Antonio Sanz, quien tachó la huida de las cajas o fusión con entidades de otras comunidades como «el mayor fracaso en la historia de la autonomía». A su juicio, el Gobierno andaluz «ha antepuesto el eslogan político a la estabilidad de las cajas» y «ha hecho dejación de funciones», por lo que la actuación del Ejecutivo de Griñán en este asunto «constituye una cesta de fracasos: tanto el pacto que firmó el presidente de la Junta con la Iglesia, la oferta fallida por Cajasur y la imposibilidad de crear una gran caja única». Igualmente, reprochó que el Gobierno andaluz «ha rechazado la mano tendida» del PP para conseguir una gran entidad andaluza. En este punto ahondó el portavoz de IU, Diego Valderas, quien subrayó que la coalición de izquierdas «se ha mojado» en este tema y recordó que «Griñán ha tenido el acuerdo de los partidos, de los sindicatos y de la sociedad, aunque lo ha tirado por la borda».

Sanz hizo referencia igualmente a que la consecución de una entidad financiera «fuerte» en Andalucía fue un objetivo perseguido por numerosos dirigentes socialistas. Entre ellos, el ex presidente Chaves o el ex vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, quien llegó a asegurar que la fusión entre Unicaja y Cajasol «debe cuajar sí o sí». «En diez meses Griñán no ha podido sujetar a Cajasur y ha embarcado a Unicaja en cuatro operaciones frustradas», señaló el dirigente popular, quien sostuvo que la Junta «no ha realizado estudios serios ni ha encargado análisis independientes» sobre los posibles movimientos que podían realizar las cajas. Además, culpó a Zapatero de ser el responsable de la adjudicación de Cajasur a la entidad vasca BBK.

Valderas, de su lado, señaló que el Gobierno andaluz «ha estado cortito de credibilidad» durante la reestructuración, así que «ya se le ha pasado el arroz». Si se hubiera conseguido crear una única caja andaluza, sería «la cuarta entidad de España», con un potencial «muy importante».

«¿Dónde están las responsabilidades, en el Cabildo, en los desencuentros localistas o en la Junta?», se preguntó el portavoz de IU. Igualmente, defendió que con una fusión fría entre entidades andaluzas «podríamos haber ganado tiempo».

Sin adaptación a la ley estatal de cajas

Durante el debate que acogió ayer el Parlamento andaluz, el portavoz del PP Antonio Sanz reprochó al consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, que la Junta aún no ha adaptado la normativa a autonómica a la ley estatal de cajas. «La fecha límite es el próximo 13 de enero, cuando ya no hay actividad parlamentaria en esta Cámara», subrayó Sanz, quien enmarcó este asunto en el «paquete de fracasos que ha creado Griñán en relación al sistema financiero». Por su parte, Ávila recordó que en la sesión plenaria del pasado 22 de julio mostró su voluntad de que los partidos realizaran sus propuestas para llevar a cabo la adaptación. «Todavía estoy esperando sus sugerencias», señaló, dirigiéndose a una bancada popular que mostraba su indignación.