Presentación

La moda contra la moda

Pablo Angulo vuelve a la pintura para crear una serie pictórica clásica de la moda de los 90 donde «los modelos son maniquíes con todo su valor»PARA NO PERDERSEDirección: Fundación Adolfo Domínguez. Serrano,5. Cuándo: Del 19 de abril al 10 de mayo.

La moda contra la moda
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El pintor y escultor Pablo Angulo regresa haciendo del horizonte una plataforma. Tras sus últimos papeles y dibujos, Angulo vuelve de lleno a la pintura. Consciente de que somos lo que fuimos, parte siempre de una referencia para poder crear una perspectiva desde su particular óptica, la vanguardia no existe sin lo que se entiende como academicismo y a partir de la habilidad del artista, el sujeto, en algún limbo del arte, puede romper con lo que quiera, así es, así nos lo cuenta. Angulo plasma en estos óleos la moda de los 90 con su persuasiva mezcla de caritativa insolencia. Dice Angulo que para no caer en la conmiseración hay que odiarse un poco a sí mismo, hay que exigirse para superarse, esta es la esencia última que hace amar su arte donde él mismo se reconcilia con su obra justo antes de secarse el óleo. Así expira su creación ante nuestro aliento.

Aunque en un principio pensó en el figurinismo antiguo, Angulo ha terminado creando una serie de moda pictórica clásica de los 90, rompiendo con la condensación que las tres décadas anteriores arrastraban.

En palabras del propio pintor «Los modelos son maniquíes con todo su valor», que no es poco, recordemos la película del mismo nombre en la que su protagonista toma vida o cuando el objeto llega al esplendor de su poder en la muñeca de la película «Tamaño natural» de Luis García Berlanga. No se subestime el poder de un maniquí y menos en manos de Angulo. A esta exposición bien podríamos ponerle como banda sonora «El maniquí» de Sandro de América, ese que creyó revivir el cuerpo de mujer buscando el figurín para poder lograr decorar su belleza, tratando de conseguir algún nuevo color que luego luciría coqueta. Y es que hasta los maniquíes pueden irse a otra pasarela, hoy a la Fundación Adolfo Domínguez.

 Por sus lienzos desfilan modelos de Jean Paul Gaultier, Moschino, Max Mara, Dior, Hermès, Romeo Gigli, Adolfo Domínguez o Sibila, que aparece en un lienzo recordándonos a «El pífano» de Édouard Manet en una evocación al preciosismo. El concepto del kitch de Umberto Eco se estrangula en el doble rizo de Angulo, donde la moda queda dentro de la moda. Sus capas no sólo nos hablan de ropa, de calidades, de colores, formas y texturas, también rompen con el prejuicio del ser frívolo o superficial. Con el pincel de Pablo la sombra se hace luz y las figuras desfilan hacia nuevas décadas en un retablo de cultura, con su propio lenguaje y signos. La moda que no pasa de moda es porque pasa de la moda y Pablo Angulo hace de la moda del los 90 vanguardia.