Buenos Aires

El Teatro Colón de Buenos Aires reabre el telón

Es una referencia en el mundo de la lírica mundial. El coliseo bonaerense volverá a levantar el telón el lunes, después de tres años de obras. Puccini con «La Bohème» marcará la vuelta a la vida del teatro, cuya acústica se considera excepcional 

El descubrimiento del Colón
El descubrimiento del Colónlarazon

 Los rugidos de los taladros apenas resuenan ya en la avenida 9 de julio de Buenos Aires mientras que las grúas han dejado de trabajar a toda máquina como hacían meses atrás. Apenas faltan unas horas para la reapertura del Teatro Colón (el pasado día 6 se ofreció una «Novena Sinfonía» para comprobar que la acústica estaba lista), la mayor sala lírica de Iberoamérica, después de cuatro años de obras y polémicas. Cerrado desde 2006, el coliseo da casi por concluida la etapa final de su plan de restauración, que la gestión anterior llamó Master Plan y comprendía la mayor parte del edificio. En 2008, el alcalde bonaerense Mauricio Macri planteó la necesidad de restaurarlo en su totalidad. Con un presupuesto de 80 millones de dólares, afrontó su obra más faraónica. «No sólo se ha restaurado, sino también modernizado», asegura el jefe de Gobierno. Y entre las innovaciones que ofrecerá destaca la acústica especial y el nuevo escenario que estrenará la sala.

 

Cristal a cristalEn la remodelación del teatro han trabajado más de 1.000 operarios y especialistas y se ha incluido la fachada, el techo (la restauración de las vidrieras ha sido minuciosísima, cristal a cristal), el interior del edificio y la sala principal, donde se ha repuesto la tapicería de sus casi 2.500 butacas y se ha sometido a un exhaustivo proceso de limpieza a su imponente araña, de tres toneladas de peso y 700 luminarias. Aunque las principales áreas del teatro serán terminadas antes de la reapertura, las llamadas «obras complementarias» finalizarán en 2011 e incluyen una construcción moderna aledaña al edificio histórico. «Lo que hemos hecho es quitar lo que se ha añadido durante estos años, las intervenciones mal realizadas. La idea es dejarlo lo más parecido posible al original pero con cien años de existencia», explica el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín, mientras camina por la obra. «Excepto que no exista, porque se haya roto o se haya caído, como ocurrió con algunos estucos o con una zona de acceso a la sala que se incendió, en el resto son intervenciones para conservar lo ya existente», asegura.

 

La reinauguración estaba originalmente prevista para que concluyera en mayo de 2008 (se abrió el 25 de mayo de 1908 con «Aída»), cuando el coliseo cumplió su centenario, pero se prolongó debido a problemas con el personal del teatro que coincidieron, además, con el cambio de Gobierno en la ciudad y la designación de nuevas autoridades en el ámbito de la cultura.

 

Además en febrero el juez Guillermo Scheibler dictaminó que el patrimonio mobiliario y los trabajadores del teatro «estaban desprotegidos» y le ordenó al gobierno de Mauricio Macri que adoptara medidas de protección. Incluso los trabajadores llegaron a denunciar mediante fotografías que «las formas en las que estaba protegiendo el material eran una tomadura de pelo», añadían. Polémicas aparte, LA RAZÓN pudo comprobar cómo la reparación del corazón del teatro, conformado por la sala, el Foyer y el Salón Dorado, ha sido cuidadosamente estudiada y para ello se han recuperado los materiales originales. Así, la paleta cromática va in crescendo para que los espectadores puedan observar la transición desde los colores tenues hasta los fuertes del interior de la sala. «Veíamos un teatro apagado, con los tonos más suaves. Pero el Colón es como una sinfonía que contiene un allegro. Y ese camino hacia una explosión no sólo se da en la música, sino en lo visual», sintetiza García Caffi, director general y artístico.

 

En cuanto al escenario, el Manto de Arlequín (el remate fijo del telón original situado en la boca del escenario y que cubre una placa metálica que funciona como cortina cortafuegos) también luce los tonos originales: «La pintura fue restaurada. Esos turquesas no se veían», indica Caffi, y añade que «el telón histórico será reemplazado. La paleta cromática también está en sintonía con los rojos, dorados, turquesas y rosas de la sala. Mucha gente se va a sorprender y va a decir que no es el Colón».

 

Una contrarreloj para Hugo de AnaEl regista argentino (que también se ha encargado de vestuario y figurines) aceptó el encargo de «La Bohème» en un tiempo récord, ya que el coliseo se puso en contacto con él después del verano de 2009: «El entusiasmo que me transmitió el equipo hizo que me fuera imposible decir que no». El título, comenta, «es uno de los que más se ha representado y que más gusta al público y está concebido dentro de una visión estética tradicional». La programación de la temporada será corta, seis títulos, pero está todo, dice De Ana, lo que el público desea ver: «Habrá Mozart, ópera francesa, incluso Wagner en concierto. No faltarán "El tiempo", de Zemlinsky, y "Una tragedia florentina", y Verdi con "Falstaff". Es un teatro que ha de empezar a andar de nuevo», comenta el director de escena.