Después del mediático fichaje que se apuntó Cultura para ocupar la dirección del Teatro Real, ahora se busca «un Mortier de la danza» para sustuir a Nacho Duato al frente de la Compañía Nacional de Danza (CND). Según ha podido saber este diario, en la Casa de las Siete Chimeneas se redoblarán esfuerzos para lograr un nombre de relumbrón internacional al estilo de Jirí Kylián, Mats Ek y William Forsythe, tras las agrias negociaciones con el coreógrafo valenciano para que pusiera fin a su contrato con el conjunto nacional. «Alguien mejor que Duato», parece ser la consigna. Bonachela, otra opciónSegún estas mismas fuentes, la marcha de Duato ha generado interés por la plaza en distintos puntos de Europa, por lo que no sería descabellado animar a algunos de los grandes de la danza para que optaran al concurso. Si esto no fuera posible también se ha pensado en invitar a coreógrafos españoles con gran trayectoria y proyección en el exterior como Rafael Bonachela. Si se cumplen los plazos previstos, la convocatoria debería hacerse pública el próximo junio. El nombre del nuevo director se conocería en enero de 2010 y Duato dejaría la CND definitivamente en julio del próximo año. Aunque el nombramiento corresponde al ministro de Cultura será el Consejo Nacional de Artes Escénicas quien evalúe los proyectos según fija el Código de Buenas Prácticas del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem). Si bien desde el ministerio se reservan el derecho a «estimular» la presencia en el concurso de los candidatos que consideren oportunos. Cultura no ve como un problema que el futuro director de la CDN no sea español –de hecho el concurso es internacional–, a pesar de que las puertas de la compañía hayan estado cerradas para los autores españoles durante los últimos años por decisión del propio Duato. Aseguran que la presencia de creadores españoles está garantizada a través del Código de Buenas Prácticas en el que se establece que al menos una de las producciones deben ser encargadas a un coreógrafo invitado a propuesta del Consejo Artístico y además que el propio director debe invitar a un número de creadores por año aún por determinar.