España

El Gobierno recrimina a los obispos su alusión al terrorismo

El Gobierno ha pedido a los obispos respeto a la «aconfesionalidad» del Estado y que no usen el terrorismo en campaña.

La Razón
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Madrid- El malestar que ha generado en el Gobierno la recomendación de la Iglesia de que no votar a quienes negocian políticamente con terroristas es mayor del que ayer reflejó públicamente la vicepresidenta. De la Vega no quiso salirse del guión y pidió a los obispos respeto y que no se use el terrorismo en campaña. Ésta es la consigna, pero el mismo día en que la Conferencia Episcopal hacía sus recomendaciones, De la Venga llamó al presidente de esta institución, Ricardo Blázquez, para transmitir sus quejas. Frente a ello, el portavoz de los obispos, Juan Antonio Martínez Camino, dejó claro ayer que la Iglesia no va a dejar de ejercer su libertad de expresión.

Por la tarde, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tensaba más la situación al afirmar en un mitin en Orense que los obispos «no tienen derecho» a utilizar el terrorismo en campaña, y «si no se lo hemos aceptado a Rajoy, tampoco se lo vamos a aceptar» a ellos. «Los obispos tienen derecho a pedir el voto para el PP, pero esta vez han ido más allá, han caído en la tentación de usar el terrorismo en campaña electoral, y a eso no tienen derecho», añadió.

Horas antes, en la comparecencia tras el Consejo de Ministros, María Teresa Fernández de la Vega dejó en manos de los fieles el juzgar si la Iglesia debe recomendar el voto. «Al Gobierno lo juzgan todos los ciudadanos y al gobierno de la Iglesia sus fieles, que son los que deben opinar si es tarea de los obispos hacer valoraciones políticas». No obstante, la vicepresidenta sí que opinó que el terrorismo no debe estar en el debate partidista ni debe ser instrumentalizado en campaña. Además, pidió a los obispos que respeten la separación entre el Estado y la Iglesia que marca la Constitución. De la Vega insistió en que España «es un país aconfesional».

Mientras la vicepresidenta guarda ba las formas, en el PSOE han aparcaban la diplomacia dialéctica. De nuevo era el secretario de organización, José Blanco, quien se mostraba más mordaz. «Los obispos han decidido entrar en campaña. Como católico me sienta muy mal tener una jerarquía eclesiástica hipócrita y eso explica que cada vez exista un mayor divorcio entre los cristianos de base y la cúpula», expresó Blanco. El dirigente socialista dijo que ahora «lo único que falta es que algunos obispos se presenten a las elecciones en las listas del PP».

Precisamente desde el partido de la oposición se criticó ayer la respuesta del PSOE y se defendió la capacidad de expresar su opinión por parte de la Iglesia. Ana Mato, la número tres del PP en las listas por Madrid, dijo que «los obispos tienen derecho a opinar como todo el mundo y si el PSOE se siente aludido «debería tomar nota y reflexionar».

A pesar de este nuevo encontronazo entre el Gobierno y los obispos no está previsto, por ahora, revisar los acuerdos Iglesia-Estado.

La respuesta de los obispos a las acusaciones socialistas la dio el portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, en una entrevista en televisión. A su juicio, la reacción del PSOE ante la nota de la Permanente de la Conferencia Episcopal ha sido «apresurada y falsa». El también obispo auxiliar de Madrid añadió que los términos utilizados por los socialistas –que calificaban a la Conferencia Episcopal de «inmoral» y de mantener un argumento «hipócrita y malintencionado»– «han sido ciertamente duros e injustos».

Y precisó que «lo que no se puede hacer es decir lo que no dice la nota». En este sentido, Martínez Camino explicó que lo que realmente afirman los obispos es que «no se puede negociar políticamente con ETA», por lo que «el punto fundamental de la nota del PSOE parte de una falsificación que induce a la confusión».

Martínez Camino destacó que si con estas críticas «lo que se pretende es que la Iglesia calle, por ejemplo su concepción sobre el matrimonio, están equivocados». «La Iglesia libremente no se va callar –añadió el portavoz de los obispos–, va a seguir proponiendo el Evangelio», y explicó que «el hecho de que se haya tachado los nombres de padre y madre en el Código Civil es un atentado contra los derechos fundamentales de todos los esposos y esposas del país».

Por otra parte, el portavoz episcopal calificó de «muy grave, temible y preocupante», que el PSOE también sostenga que «la jerarquía eclesiástica no acepta la Constitución y está fuera del sistema democrático». «La Iglesia en España ha reiterado su aceptación amplia del sistema de gobierno y de convivencia», afirmó.