País Vasco

Fracaso de la huelga abertzale frente al éxito de la Ertzaintza

Fracaso de la huelga abertzale frente al éxito de la Ertzaintza
Fracaso de la huelga abertzale frente al éxito de la Ertzaintzalarazon

VITORIA- La huelga general convocada por los sindicatos, algunos de ellos del entorno de ETA, y apoyada por la izquierda radical no consiguió paralizar la actividad del País Vasco. Sólo en Guipúzcoa tuvo una mayor incidencia y se cumplieron con normalidad los servicios mínimos. Los promotores de la protesta celebraron el seguimiento del paro tras encabezar en Bilbao una manifestación, en la que participaron Arnaldo Otegi y Jone Goirizelaia, que provocó el cierre momentáneo de los comercios a su paso. Hablaron de «cifras históricas», que rondan el 70 por ciento de las plantillas de las grandes empresas, y señalaron que la huelga se secundó de forma elevada en el sector industrial y en la enseñanza. Sin embargo, el Gobierno vasco cifró el paro en la Industria entre el 10 y el 20 por ciento, y en la Educación lo situó en un 23 por ciento, en el sector público, y en un 17 por ciento, en el privado. La actuación de células de Segi (las juventudes proetarras) en la realización de sabotajes y en los piquetes más violentos demuestra, según fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN, la instrumentalización que la llamada izquierda abertzale quería hacer de la convocatoria de paro, dentro de su estrategia de «acumulación de fuerzas» y para tener un protagonismo que está perdiendo. Esta primera prueba del Ejecutivo que preside Patxi López y, en concreto, de la Consejería de Interior que dirige Rodolfo Ares, ha sido superada sin mayores problemas. Los objetivos que se le suponen a una huelga general, con la paralización de actividades y el apoyo masivo de la población, no se han cumplido. Resultaban llamativos los pitidos y los gritos de los piquetes contra la Ertzaintza, cuyos efectivos, esta vez sí, han tenido una importante presencia en las calles del País Vasco. En las poblaciones con menor población y en los barrios de las grandes ciudades en los que la presencia de estos grupos está más asentada es donde más se notó el paro. La actuación de los piquetes fue fundamental para que pequeños comercios que habían abierto sus puertas a primera hora de la mañana, optaran por cerrar. Sin embargo, en las capitales, una vez que el piquete se había alejado del lugar, las tiendas volvían a abrir. Lista de altercados Los incidentes de más relevancia se produjeron en algunas vías férreas por los ataques contra las catenarias que, según las citadas fuentes, fueron perpetrados por células de Segi. Uno de los sabotajes se produjo en el Ferrocarril de Vía Estrecha, entre las localidades vizcaínas de Zalla y Balmaseda. Los servicios de cercanías de Renfe sufrieron cuatro ataques que provocaron retrasos en el servicio. En Ategorrieta (Guipúzcoa), varios individuos colgaron cadenas metálicas en la catenaria. Los otros tres sabotajes se registraron en Santurce, Villabona y Pobes, donde se produjo el incidente más grave ya que afectó a trenes regionales. Un total de nueve personas fueron detenidas por la Ertzaintza que desplegó a todos sus efectivos. En algunos casos, se vio obligada a realizar cargas contra piquetes que intentaban el cierre de grandes almacenes o que pretendían evitar la libre circulación.