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La poetisa que difamó a Walcott

Ruth Padel, que acusó al Nobel de acoso sexual a una alumna, dimite de su puesto en la Universidad de Oxford

Ruth Padel, la escritora que acusó a Walcott, ayer en el Hay Festival
Ruth Padel, la escritora que acusó a Walcott, ayer en el Hay Festivallarazon

Se supone que el puesto de Profesor de Poesía de Oxford es uno de esos títulos casi honoríficos que apenas interesan a nadie ajeno a los círculos universitarios. Sin embargo, la campaña para heredar este cargo se ha convertido desde hace semanas en un «culebrón» que consume a los mundo de las letras británicas. El primer «shock» fue la renuncia hace un par de semanas de Derek Walcott, todo un premio Nobel, por un escándalo de acoso sexual a una alumna. Y ayer llegó el colofón con la dimisión de su máxima rival, la poetisa Ruth Padel, por haber alimentado una supuesta campaña para difamarle y así arrebatarle el codiciado puesto.

El galimatías arrancó a comienzos de mes cuando, en plena campaña, un centenar de académicos recibieron un «dossier» anónimo contra la candidatura de Walcott, el favorito para ocupar el cargo. El paquete contenía fotocopias de un libro en el que se detallaba el supuesto acoso del poeta a una alumna de Harvard hace un cuarto de siglo. El Nobel describió estos envíos como un intento «degradante» de desacreditarle profesionalmente, pero acabó retirándose de la carrera en mayo.

La máxima beneficiada de su abandono fue Padel, descendiente directa de Charles Darwin, que se impuso en la votación y así se convirtió en la primera mujer en ostentar este cargo en sus tres siglos de historia. Sin embargo, su triunfo se vio emborronado por los insistentes rumores que la vinculaban a la campaña de desprestigio de Walcott. Y, este fin de semana, llegó la confirmación: la Prensa reveló que la escritora había enviado correos electrónicos a periodistas a los que les alertaba del pasado sexual de su adversario.

En cuanto se difundieron estos mensajes, Padel quedó condenada a abandonar el cargo. La dimisión se produjo en la tarde del lunes y ayer aprovechó su intervención en el Hay Festival para explicar su papel en el embrollo.

«Fui ingenua y tonta»

Según su versión de lo sucedido, se limitó a comentar «de buena fe» con los reporteros unos hechos que ya eran conocidos, pero no lideró la campaña de chismorreos anónimos contra su rival. «Fui ingenua y tonta», reconoció ayer. «Espero que las heridas puedan cicatrizar y que el próximo responsable de la cátedra de poesía de Oxford sea una mujer».

La dimisión deja a Oxford en una posición más que delicada. Algunos denuncian que Padel no se habría visto forzada a dimitir si fuera un hombre. Otros se centran en los nombres de posibles sucesores, como Margaret Atwood o Tom Paulin. Pero, como aseguraba ayer un veterano aficionado a la poesía, Paul Owen, en la pradera del Hay Festival, la consecuencia más probable es que pocos se atrevan a participar en la nueva elección. «¿Qué poeta digno de ese nombre no tiene cadáveres en el armario?», bromeó.

De Auden a Heaney

La cátedra de Poesía de Oxford es un cargo honorífico cuyos orígenes se remontan a comienzos del siglo XVIII. A cambio de un sueldo modesto, sus ocupantes se comprometen a dar tres conferencias al año y presidir un acto cada dos años. Así, más que los "chollos", lo que los aspirantes desean es unir su nombre a la lista de eminentes literatos que han ocupado el cargo a través de los años. Entre ellos, destacan genios como W. H. Auden, Seamus Heaney y Matthew Arnold.