Galicia
Sentido común al servicio de la libertad en Galicia
El bipartito trasladó a Galicia los criterios de imposición lingüística de otras comunidades y generó una tensión social que no existía. Cercenó la libertad de los ciudadanos con planteamientos sectarios que discriminaban a los castellanohablantes. Hasta entonces, los gallegos habían disfrutado con naturalidad de ese patrimonio cultural que suponen las dos lenguas. El próximo presidente de la Xunta está dispuesto a aplicar el sentido común donde el PSOE y el BNG derrocharon sectarismo. Núñez Feijóo dijo ayer que no quiere ninguna «imposición» lingüística en clase y aseguró que «se acabaron las galescolas» y que volverán las escuelas infantiles, en las que los padres elegirán la lengua en la que estudien sus hijos. La libertad individual se abre camino. Todo un síntoma de salud democrática y de respeto a la Constitución que garantiza ese derecho a los padres.