Nueva York

Valencia llevará el debate de los Derechos Humanos a Nueva York

La capital valenciana cede el testigo a la ciudad estadounidenses en la defensa de los derechos fundamentales.

Ricardo Díez Hochleitner, patrono de la Fundación Cultura de Paz, Rafael Blasco y Santiago Grisolía
Ricardo Díez Hochleitner, patrono de la Fundación Cultura de Paz, Rafael Blasco y Santiago Grisolíalarazon

valencia-El encuentro sobre los Derechos Humanos con motivo de su LX Aniversario que celebró en Valencia la Fundación de los Derechos Humanos de la Comunitat y la ONG Helsinki España, ya tiene su testigo en esa carrera de relevos que supone la defensa de la dignidad de las personas. Será en Nueva York, el próximo mes de noviembre, con la presencia de más de 200 universitarios europeos, asiáticos, americanos y canadienses que abordarán los Derechos Humanos desde diferentes puntos de vista.El Llamamiento Internacional de Valencia, que contó con la presencia, entre otros, de Federico Mayor Zaragoza, Yves Sandoz, Comité Internacional de la Cruz Roja; Edgardo Buscaglia, Consejero del Instituto de Investigación y Formación de Naciones Unidas (Unitar), Virginie Coulloudon, portavoz adjunta de la OSCE, Anis A. Bajwa, Inspector General del Departamento para las Operaciones de Mantenimiento de la Paz, conlleva una afirmación contundente de la universalidad de los Derechos Humanos, refutando aquellas voces que pretenden relativizarla como una doctrina particular. De ahí la afirmación de que se trata de un gran pacto de la Humanidad en pro de la libertad e igualdad. Los universitarios llegarán a esta nueva cita a favor de los Derechos Humanos habiendo realizado un estudio jurídico del Llamamiento y habiendo trabajado en foros la importancia y la defensa de los Derechos Humanos.El conseller de Inmigración y Ciudadanía y presidente de la Fundación de Derechos Humanos, Rafael Blasco, subraya que todo ser humano, por el hecho de serlo, tiene unos derechos fundamentales y corresponde a la comunidad mundial, los Estados, las organizaciones internacionales, las ONG, corporaciones públicas y privadas, a las personas... la titularidad del deber y la responsabilidad de hacerlos cumplir. En este sentido, las jornadas de Nueva York pondrán el acento en la protección universal de los Derechos Humanos.El Llamamiento, presentado al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, fue suscrito por más de un centenar de universitarios y expertos de todo el mundo. Una iniciativa que ya cuenta con el respaldo del presidente de la Generalitat Valenciana, el de la Fundación Cultura por la Paz y ex presidente de la Unesco, el presidente del Consell Valencià de Cultura o con el de la alcaldesa de Valencia.Además, desde la Conselleria de Inmigración y Ciudadanía, se ha lanzado una campaña de adhesión a los municipios valencianos, por la que los ayuntamientos se comprometen a desarrollar e impulsar actividades entre asociaciones de vecinos, colectivos sociales, colegios, centros cívicos. En la actualidad, un total de 259 municipios se han adherido al Llamamiento.«Nuestro objetivo es recordar la importancia de la defensa de los Derechos Humanos para preservarlos y sobre todo para no olvidar los esfuerzos que la Humanidad ha realizado durante siglos para preservarlos», señala Blasco. Con esta finalidad, la Fundación de Derechos Humanos junto con la CAM han lanzado el Observatorio Mediterráneo de los Derechos Humanos cuyo objetivo, entre otros, es tomarle el pulso a los Derechos Humanos en la Comunitat.

Derechos de tercera generaciónEn la última época han ido surgiendo «nuevos derechos», los llamados de tercera generación, como son la solidaridad, el derecho a la paz o a la calidad de vida. Unos derechos, que según Blasco, «dejan patente el esfuerzo constante de los hombres y mujeres por mejorar las condiciones de la vida». Sin embargo, aún hay muchos países donde no se respetan, dándose los incumplimientos más preocupantes no sólo en los Estados más pobres y violentos, sino también en naciones mucho más desarrolladas. En concreto, Blasco afirma que en España existen todavía zonas donde no se respetan esos derechos, «hecho que debe movilizarnos a todos, cada uno en la medida de sus posibilidades».