Conflicto Israel-Palestina
El mundo islámico se divide ante el plan de “paz de Trump”
Riad y El Cairo, los más comprensivos con Washington, mientras que Irán lo tilda de «satánico»
Con cerca de medio millón de refugiados palestinos en el Líbano, el plan de paz para Oriente Medio propuesto por el presidente Donald Trump ha sido percibido como un desafío propio al país del Cedro. En señal de protesta al denominado «acuerdo del siglo» se organizó ayer una huelga general en los campamentos palestinos desde el norte hasta sur del Líbano.
En la sureña ciudad de Sidón, en el campamento de Ain el Hilweh, una multitud quemó y pisoteó fotos de Trump y banderas de Estados Unidos e Israel. El activista palestino Sama Sarraj dijo por teléfono a LA RAZÓN que «regresaremos a Palestina a cualquier costo». Sarraj agregó que «nuestra estancia en el Líbano no se prolongará por mucho más tiempo. Ahora todos saben que volveremos».
Quizás el más complaciente con el plan de Washington ha sido Egipto, que llamó a israelíes y palestinos «a llevar a cabo una consideración cuidadosa y a fondo de la visión de Estados Unidos para conseguir la paz y abrir los canales del diálogo, bajo el auspicio de EE UU».
Anexionar el Valle del Jordán
Reacciones dispares al plan de paz se sintieron en otros países de la región. Así, desde la Liga Árabe se calificó de «gran violación de los derechos legítimos de los palestinos», en referencia a que la hoja de ruta de Trump comprende numerosas concesiones a Israel como el derecho a anexionar asentamientos en Cisjordania, en particular en el Valle del Jordán.
El secretario del organismo panárabe, Aboul Gheit, insistió en que «alcanzar la paz justa y permanente entre Israel y Palestina corresponde a la voluntad de ambas partes», y aseveró que el plan anunciado por Trump «refleja una visión norteamericana no vinculante». Para este sábado está prevista en El Cairo una reunión extraordinaria de los ministros de Asuntos Exteriores árabes, en presencia del presidente palestino Mahmud Abas, quien ha mostrado su más profundo rechazo. «Después de los disparates que escuchamos hoy, le decimos 1.000 veces no al acuerdo del siglo», sentenció Abas.
«No nos arrodillaremos y no nos rendiremos», exclamó Abas antes de agregar que los palestinos se opondrán al plan «por medios pacíficos y populares». Si bien el «acuerdo del siglo» no llevará a una tercera Intifada, de nuevo, ha dividido a los países árabes. Los socios de EE UU como Arabia Saudí, Kuwait o Emiratos Árabes Unidos buscan un equilibrio entre Washington y la Autoridad Nacional Palestina. Riad apreció «los esfuerzos» de EE UU y al mismo tiempo llamó a renovar su «apoyo inquebrantable» a los palestinos. Para Abu Dabi, por ejemplo, el acuerdo constituye un «importante punto de partida» y merece un «profundo examen».
El grupo chií libanés Hezbolá, alineado con Irán y enemigo de Israel, rechazó el plan de paz que calificó de «acuerdo de la vergüenza» y consideró «traidores» a los países árabes que lo han apoyado.
«La traición del siglo»
El secretario general Hassan Nasrala advirtió de que Estados Unidos «coronó su agresión» al apoyar al «enemigo», en alusión al estado Israel, «tratando de eliminar los derechos históricos y legítimos del pueblo palestino».
En la misma línea, Teherán describió el «acuerdo del siglo» como la «traición del siglo» contra el pueblo palestino y la Ummah (comunidad) islámica. «El régimen sionista es un régimen de ocupación y la única solución para resolver la crisis palestina es un referendo entre todos los residentes principales de la tierra palestina y tales planes viciosos están condenados al fracaso», señaló el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Mousavi.
En respuesta al plan de paz de la Casa Blanca, el jefe de la diplomacia iraní mostró la disposición de Teherán a cooperar con los estados regionales para «frustrar un complot» tan importante contra la comunidad islámica. Por su parte, el líder supremo, el ayatolá el Ali Jamenei, declaró que el «satánico» plan de paz propuesto por Estados Unidos «nunca dará frutos». En una serie de mensajes en Twitter, Jamenei rechazó la «judaización de Jerusalén» y los llamamientos a favor de que la ciudad «debería estar en manos de los judíos».
Por suparte, el Gobierno de Marruecos alabó la propuesta estadounidense por ser «convergente» con su visión del conflicto israelí-palestino, y añadió que «aprecia los esfuerzos constructivos por la paz de la Administración Trump». Mientras, el Gobierno de Pakistán recalcó que cualquier acuerdo de paz debe derivar en la creación de un Estado de Palestina en las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como capital. Desde Damasco, el Ejecutivo sirio también expresó su «firme condena y rechazo absoluto» a la hoja de ruta planteada por Washington.
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