Venezuela

“Los disturbios han llegado a todos los rincones de Venezuela como no se había visto antes”

El analista y profesor Héctor Briceño no descarta que sectores del chavismo acaben aceptando la oferta de transición de EEUU

Héctor Briceño, profesor de la Universidad Central de Venezuela, actualmente en la Universidad de Rostock de Alemania, explica en conversación telefónica que la situación en el país petrolero se ha agravado con los efectos de la pandemia y con la escasez de petróleo. No descarta que el deterioro de las condiciones de vida y de la situación política acabe propiciando una ola de presión interna en el régimen de Nicolás Maduro para aceptar la oferta de transición apoyada por la oposición y Estados Unidos.

Venezuela enfrenta múltiples frentes. La crisis política, la debacle económica, la alerta sanitaria por el coronavirus, las sanciones internacionales y la escasez y el consiguiente malestar ciudadano. ¿Qué puede salir de todo esto?

El frente más difícil que tiene Venezuela es, sin duda, el deterioro de las condiciones sociales en el marco de la crisis mundial de la pandemia. El coronavirus agrava las ya muy deterioradas condiciones que había en el país. Muchos temen el colapso del sistema de salud, pero lo cierto es que ese sistema ya colapsó hace tiempo. Los niveles de pobreza son altísimos y hay gente que vive de lo que produce diariamente. Hay personas que protestan para pedir que les dejen salir a trabajar, a lo que se suma las condiciones sanitarias y económicas y la falta de gasolina. Todo esto nos lleva a que Venezuela no puede solucionar estas múltiples crisis sin ayuda internacional.

El Gobierno de Maduro pidió ayuda al Fondo Monetaria Internacional (FMI), pero su petición fue rechazada.

La comunidad internacional ahora es un caos, la reacción inicial ha sido la del “sálvese quien pueda”. Cada país está resolviendo sus propios problemas internos derivados de la pandemia antes que pensar en ayudar a otros. Los sistemas de financiamiento están colapsados. La respuesta del FMI al Gobierno de Maduro fue que se pusiera de acuerdo primero con la Asamblea Nacional. Es el parlamento el que tiene que dar el visto bueno a esa petición de ayuda.

Y mientras tanto Trump aprovecha la debilidad del chavismo para dar un nuevo golpe de tuerca con la limitación de la petrolera estadounidense Chevron para operar en Venezuela.

Donald Trump sigue presionando con el petróleo, con las sanciones y el despliegue militar y naval en el Caribe. Mientras tanto, siguen llegando aviones iraníes. Hace pocas semanas Estados Unidos ofreció un pacto al chavismo, una especie de salvavidas, que se basa en lo discutido en Barbados y Oslo. El chavismo lo ha rechazado, pero es posible que conforme pase el tiempo sectores del chavismo lo aceptarán y el mismo régimen lo irá evaluando porque las condiciones internas son terribles.

¿La clave serán los militares?

Los militares desconfían de Estados Unidos y de la oposición, pero eso puede cambiar con el tiempo debido al deterioro de las condiciones económicas y sociales. Aquí juega un papel central la caída de los precios del petróleo. Todo proceso de transición se alcanza cuando existe una ruptura en la élite gobernante. Sin embargo, en el caso venezolano no ha existido una ruptura interna. ¿Por qué? Porque ha habido ingresos petroleros que mantienen a esa élite contenta porque sigue habiendo beneficios del petróleo. Ahora bien, la caída de los precios en la industria del crudo podría romper las alianzas dentro del chavismo. El gobierno va a intentar no aceptar esa oferta de EE UU, pero podría cambiar con el tiempo. ¿Qué tiene que pasar? Esa la gran incógnita.

¿Las protestas habituales por las malas condiciones de vida se van a agravar con la parálisis provocada por la pandemia?

Los disturbios están prendiendo en todos los rincones del país como nunca antes habíamos visto. La pandemia evidencia la situación que está padeciendo Venezuela. Los disturbios han pasado de la capital e incluso de las zonas de clase media de Caracas hacia los sectores más populares y ya alcanzó a bastiones del chavismo. Esta situación no es controlable por el Gobierno. Estamos viendo un pueblo en condiciones de miseria, ya no lucha por la libertad sino por subsistencia.

Parte de la élite gobernante, incluido Maduro, está en la lista negra de EE UU por vínculos con el narcotráfico.

El asunto del narcotráfico en Venezuela difiere del resto de países de Latinoamérica. Mientras que en esos países ha sido el narcotráfico el que se ha infiltrado en los sectores del gobierno, en Venezuela fue al revés, fue el Gobierno el que se infiltró en las estructuras del narcotráfico, porque ello le permitía fortalecer su alianza interna y distribuir las ganancias y comprar fidelidades. Para el Gobierno ha sido fácil porque tiene algo que ofrecer, las puertas de entrada, los controles de puertos y aeropuertos. Le ha sido fácil connvertir al país en un punto de distribución de droga.

¿Queda la oposición diluida en este contexto extremo?

El papel de Juan Guaidó es un tanto difícil porque es el presidente legítimo pero sin facultades reales y sin medios. La oposición sí tiene, en cambio, la llave de acceso a la ayuda internacional, como hemos visto con la condición impuesta por el FMI, y va a hacer todo lo posible para usar esa llave para obtener una mejora de las condiciones internas, pero hay unos límites que la oposición tiene que respetar, no puede impedir el ingreso de ayuda humanitaria porque la población está padeciendo.