Venezuela

Maduro acaba con la gasolina barata y el monopolio de PDVSA

200 estaciones de servicio privadas venderán el litro a 0,5 dólares al tiempo que el Gobierno mantiene el subsidio

Venezuela's government launches new fuel pricing system, in Caracas
A worker of a gas station looks on, after Venezuela's government launched new fuel pricing system, in Caracas, Venezuela June 1, 2020. REUTERS/Manaure QuinteroMANAURE QUINTEROReuters

A partir de hoy será posible comprar gasolina “premium” surtida por empresas privadas en algunas estaciones de servicio en varios puntos del país. La crisis petrolera ha llevado al Gobierno de Nicolás Maduro ha renunciar al monopolio en el sector desde la estatal PDVSA para tratar de relanzar una industria moribunda que pretender reflotar con el envío de cinco cargueros iraníes con combustible y aditivos para las refinerías venezolanas, paradas desde el año pasado.

Venezuela, donde la gasolina ha sido hasta hace poco la más barata del mundo, pasará a un sistema dual con “precios internacionales” fijados por importadores privados y subsidios. De esta manera, las autoridades chavistas quieren evitar las sanciones de Washington que tanto daño están haciendo a una economía en recesión desde hace años.

La subida drástica del precio del combustible y la entrada de empresas privadas en el tablero suponen un volantazo con respecto a la política del régimen chavista que los expertos explican como una respuesta a las sanciones norteamericanas.

Desde este lunes, 1 de junio, se incorporan al mercado estaciones de servicios privadas, un hecho que se produce días después del envío de 1,5 millones de barriles de gasolina desde Irán al país caribeño, que pese a tener las mayores reservas de petróleo del mundo apenas pueden producir combustible. En total son 200 gasolineras las que venderán “libremente” el litro de gasolina 50 céntimos de dolar con un tope de 120 litros al mes, un precio prohibitivo para la gran mayoría de los venezolanos, con un salario base de cuatro dólares al mes.

En el resto de estaciones de servicio el combustible subsidiado se dispensa a un precio de 0,025 céntimos de dólar por litro. Los motoristas, muy numerosos desde que los precios del petroleo comenzaran a bajar en 2013, solo podrán repostar 60 litros a precios subsidiados cada mes.

Algunos analistas han criticado que este sistema dual de precios alimentará el mercado negro. “El negocio está en los 120 litros al mes que van a comprar muchos y vender después en el mercado negro, con un diferencial de 1.858%”, señala el experto en petróleo venezolano Antonio de la Cruz.

La semana pasada, Maduro defendió la subida de precios: “La gasolina que hemos traído del exterior la hemos pagado en dólares, mucha gente me propone y estoy de acuerdo en que la gasolina hay que cobrarla”. Ya a finales de 2013, el mandatario propuso fomentar un plan para reducir paulatinamente el subsidio del combustible, por lo que llamó a un debate “aunque hoy por hoy la mayoría de los venezolanos están de acuerdo”, informa Telesur.

En declaraciones a la agencia AFP, Henkel García, director de la firma Econométrica, asegura que el éxito en la privatización estará determinado por la capacidad de los empresarios de sostener el flujo de importaciones frente a las sanciones de Estados Unidos, considera “El mundo privado va a tener mejor manera de lidiar con las sanciones” , dijo en referencia a las medidas que prohíben a ciudadanos y empresas estadounidenses tranzar negocios con PDVSA. Pero si no existe garantía de que las importaciones privadas se mantengan en el tiempo “la escasez se va a mantener”, estima Carlos Mendoza Potellá, asesor del Banco Central de Venezuela.

“Espero que el gobierno de Estados Unidos no persiga a los empresarios privados que traen la gasolina”, dijo Maduro, mientras que el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, afirmó que se trata de “empresarios privados que han solicitado una licencia para vender” y utilizarán “un marcador de referencia” basado en los mercados internacionales.

No es la primera vez que un gobierno venezolano sube el precio del combustible de forma tan pronunciada. En 1989, el ejecutivo de Carlos Andrés Pérez subió un cien por cien la gasolina, generando un movimiento social de respuesta que derivó en el Caracazo, en el que murieron cientos de venezolanos reprimidos por las fuerzas de seguridad.