Sucesos

Los agujeros negros del “caso Madeleine”

La investigación de la desaparición de la pequeña está llena de contradicciones, teorías y protagonistas enfrentados entre sí por una verdad que aún no ha salido a flote

FILE PHOTO: Kate McCann, whose daughter Madeleine went missing during a family holiday to Portugal in 2007, attends a news conference at the launch of her book in London
Imagen de Kate McCann con una imagen de Madeleine de fondoChris HelgrenReuters

La desaparición de la pequeña Madeleine una noche de junio de 2007 en Praia de Luz, en el Algarve portugués, se convirtió en un caso mediático a nivel mundial y en un rompecabezas policial en Europa. Portugal movilizó a mil agentes durante 2007 sin lograr avances significativos. A lo largo de estos años, en los que han proliferado todo tipo de teorías, algunos investigadores han defendido a capa y espada la culpabilidad de los padres, pero nunca ha habido pruebas concluyentes en su contra ni contra otros individuos. La revelación de la policía alemana sobre la sospechas presunta responsabilidad de un ciudadano alemán, ahora en prisión por otros asuntos, pone al descubierto las lagunas de un polémico caso.

¿Es un avance importante?

La Policía cree que la identificación de ciudadano alemán es un avance relevante por varios motivos. Este sospechoso, cuyo nombre no se ha difundido, estaba cerca de la escena del crimen. Además, cambió el registro de su coche el día después de la desaparición de Madeleine. Su historial criminal, con antecedentes por abuso sexual infantil revelado por la Policía alemana, abunda en la que pudiera haberes sido su motivación. Además, se sabe que recibió una llamada telefónica de 30 minutos de un número mientras estaba en el área de Praia da Luz la noche de la desaparición, poco antes de que McCann fuera vista por última vez.

¿Y si aún estuviera viva?

Esa es la opinión del detective británico David Edgar. En una entrevista al periódico “The Sun" sostenía que la pequeña “aún está viva y permanece en Portugal”. “Este caso es desconcertante pero solucionable”, pensaba. Según el detective, los investigadores del suceso “solo conseguirán resolver el caso si los testigos deciden confesar. Ya sea por remordimientos de conciencia o porque se encuentren en el lecho de muerte”. Otra opción, añadía, es que “el secuestrador discuta con alguno de los testigos y estos se decidan a confesar”.

¿Quién miente?

Francisco Moita Flores, detective de la policía durante dieciocho años ya retirado, siguió el caso desde el principio y fue una de las caras destacadas del documental “La desaparición de Madeleine McCann”, cree que hay hubo varios errores en este caso. En esta entrevista decía que “hay versiones contradictorias sea de los padres o de los amigos y claramente hay alguien que está mintiendo. Una, dos o tres personas están mintiendo. Por lo tanto, la reconstrucción del caso es un trámite dentro de la investigación que nunca se hará porque la policía inglesa, que ha gastado millones de libras en el proceso de blanqueamiento y lavado, no es capaz de gastar 10 ó 15 mil libras que es lo que costaría la reconstrucción”.

Los padres, en el punto de mira

En julio de 2007, el caso dio un giro al identificar restos de sangre y “fluidos biológicos” de la Maddie en el apartamento familiar y en el coche que los padres habían alquilado después de la desaparición de su hija. Ambos se negaron a declarar sobre este punto lo que aumentó la presión sobre su responsabilidad en la desaparición de la niña, hasta que en septiembre se les declaró formalmente sospechosos por la “muerte accidental de su hija”. Ambos fueron interrogados durante más de 16 horas y finalmente quedaron en libertad, y durante el interrogatorio no pudieron explicar cómo llegaron restos biológicos de su hija al coche. En julio de 2008, el fiscal general de Portugal archivó el caso y exoneró a sus padres de las sospechas de implicación por falta de pruebas.

La teoría del comisario Amaral

El encargado de la investigación, el comisario portugués Gonçalo Amaral, sostuvo que Maddie murió en un accidente en el apartamento en Praia da Luz, en el Algarve, y que sus padres fueron responsables del hecho, por lo que habrían ocultado información e hicieron desaparecer el cuerpo. Publicó un libro (“Maddie: La verdad de la mentira”) y un DVD sobre el caso, después de ser apartado por defender que la policía británica habría actuado en connivencia con los McCann para ocultar el crimen. Amaral pensaba que Gerry McCann escondió el cadáver de su hija en la playa y que días después lo trasladó a otro lugar. “Creo que los padres la enterraron o la quemaron”, defendió. En 2009 perdió un juicio, pero las instancias superiores le dieron el derecho a poder seguir hablando del asunto.

Contradicciones en los testimonios

La noche de la desaparición, la policía tomó declaración a los padres y a sus amigos con los que había cenado. Algunos testimonios, por ejemplo, apuntaban a que la puerta y una de las ventanas del apartamento estaban abiertas, algo que luego fue desmentido por otro otro testigo. Esta fue una de las muchas contradicciones que los investigadores encontraron en los primeros día del caso. El ex policía Francisco Moita Flores dijo al respecto: “Yo creo que solo habrá posibilidades de saber lo que sucedió cuando algún individuo de aquel grupo de amigos muestre alguna señal de arrepentimiento y confiese lo que sucedió. También es natural con el paso del tiempo y el envejecimiento, que haya gente que no pueda aguantar las verdades que están encubriendo durante tantos años. Este sería el único camino de saber la verdad. Desde el punto de vista policial no hay nada más que hacer”.

¿Desaparecida o muerta?

Mark Cranwell, el investigador británico que lidera la búsqueda, asegura quela policía continúa considerando a McCann “persona desaparecida”, porque no tiene “evidencia definitiva” sobre si está viva o no. En cambio, desde Alemania, los investigadores de la Oficina Federal de Policía Criminal, clasificaron la búsqueda como una “investigación de asesinato”. Scotland Yard dijo que las autoridades alemanas habían tomado la iniciativa en este aspecto porque el sospechoso alemán estaba bajo custodia en su país.

La teoría del atropello

Tras la desaparición de la pequeña, la policía británica barajó entre la hipótesis que hubiera sido atropellada y enterrada cerca de donde desapareció. ¿Por qué? Según esta teoría, que la policía desechó y volvió a retomar años después, la menor se despertó por la noche y salió a caminar al no encontrar a sus padres , que estaban cenando con unos amigos en un restaurante cercano. Según publicó en su díaa “The Sun”, los investigadores consideraban factible que Madeleine se perdiera al salir del complejo turístico y que al regresar a la casa fuera atropellada por un vehículo, cuyo dueño la habría enterrado en algún lugar.