Reino Unido
¿De quiénes son las estatuas que se derriban en Reino Unido?
El movimiento “Black Lives Matter” provoca un revisionismo histórico en las islas
El movimiento Black Lives Matter ha cruzado el Atlántico y se ha extendido por diferentes países europeos. En el Reino Unido, además de las numerosas protestas por la muerte del afroamericano George Floyd, ha desencadenado en algo más: una (incómoda) revisión del pasado que está llevando a retirar estatuas de diferentes protagonistas de la historia del país.
La iniciativa comenzó después de que el pasado domingo un grupo de manifestantes derribara y tirara al río la polémica figura del comerciante de esclavosEdward Colston en Bristol (oeste de Inglaterra). El político y filántropo del XVII pobló la ciudad de hospitales, escuelas y centros culturales, pero que también fue responsable, al frente de la Royal African Company, del tráfico de esclavos.
El Gobierno condenó el acto vandálico. Pero el líder de la oposición laborista -que recientemente ha subido en redes sociales una foto arrodillado en apoyo al movimiento anti-racista- señaló que la estatua “hace ya tiempo que debería haber desaparecido”. Hasta el superintendente de Policía, Andy Bennett recalcó: “Entiendo que pasara. Era algo simbólico”.
Comisión para la Diversidad
Desde entonces, el Ayuntamiento de Londres y otros consistorios laboristas de Reino Unido están revisando sus estatuas a comerciantes de esclavos a fin de sustituirlas por monumentos que reflejen la diversidad racial y cultural del país.
En la capital británica, ya se ha retirado por parte de las autoridades locales la estatua del negrero escocés Robert Milligan, que estaba en frente del Docklands Museum, cerca del río Támesis, para reflejar “el sentir de la comunidad”, explicó la Fundación del Canal y el Río.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, el primer musulmán al frente del consistorio, anunció que el Ayuntamiento creará una comisión para revisar que las calles y los monumentos reflejen la diversidad de la ciudad y retirar los que estén relacionados con la esclavitud.
La Comisión para la Diversidad en el Ámbito Público se encargará de comprobar todos los puntos emblemáticos, incluidos murales, obras de arte callejero, nombres de calles, estatuas y otros monumentos, para después hacer una “serie de recomendaciones” y establecer mejores prácticas.
“Es una verdad incómoda que nuestra nación y nuestra ciudad le deben gran parte de su riqueza a su papel en el comercio de esclavos y, si bien esto está reflejado en el ámbito público, la contribución de muchas de nuestras comunidades a la vida de nuestra capital ha sido deliberadamente ignorada”, dijo.
“Londres debe asegurarse de dar espacio a los logros y la diversidad de todos y también cuestionar qué legados se celebran”, destacó este martes.
Por su parte, en la ciudad de Oxford, cientos de manifestantes han pedido la retirada del monumento al magnate imperialista Cecil Rodhes, situado frente al prestigioso Oriel College universitario. Y en Edimburgo ha surgido un movimiento similar que exige que desaparezca del paisaje urbano la estatua de Henry Dundas, que maniobró políticamente para retrasar hasta 15 años la abolición de la esclavitud.
Las protestas han pillado algo descolocado al “premier” Boris Johnson que ha sido criticado por la oposición por su tardía condena a la muerte de Floyd. Para aplacar las críticas, esta semana ha difundido un comunicado público, escrito y leído luego por él mismo en un vídeo, a través de la revista “The Voice”, el medio alternativo que impulsaron jóvenes periodistas de la comunidad afrocaribeña a principios de los ochenta.
“Creo honestamente que somos una sociedad mucho menos racista de lo que éramos hace décadas, y en muchos modos mejor y más feliz. Pero también debemos ser honestos en reconocer que queda mucho por hacer, a la hora de erradicar prejuicios y crear oportunidades, y mi Gobierno lidera ese esfuerzo”, recalca el primer ministro.
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