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Incendios

Controlado un incendio en el interior de la catedral de Nantes

El fuego ha destrozado las principales vidrieras entre las dos torres de la catedral del siglo XV

El fuego ha sido el enemigo secular de las catedrales y monasterios (en especial sus bibliotecas) en el pasado. Y, por lo visto, continúa siéndolo en el siglo XXI a pesar de la tecnología y las amplias medidas preventivas. Las autoridades francesas han dado ya por controlado el fuego declarado sobre las 08.00 de esta mañana en la catedral de San Pedro y San Pablo de la ciudad francesa de Nantes, según han confirmado fuentes de Bomberos a los medios franceses. Este es monumento, declarado patrimonio nacional, ya sufrió en la década de los setenta otro incendio en la cubierta que hizo temer por su supervivencia. De hecho, el edificio, de una arquitectura espléndida, muy airosa de forma, liberada de una sobreabundancia de adornos, es un ejemplo de elegancia gótica. Su historia ha estado jalonada de incidentes, y, parece que esta es una maldición de la que todavía no se ha deshecho.

Las llamas se declararon por la mañana, muy temprano, alrededor de las ocho según unas fuentes y, según otras, un poco antes. Se iniciaron en el interior del edificio y las llamas llegaron a asomarse temporalmente por la fachada, según han informado de bomberos de Loire-Atlantique al medio local ‘Ouest-France’. Este servicio de emergencia se presentó enseguida y lograron sofocar el incendio “A las 10 horas: operación aún en curso. El fuego está controlado. 45 vehículos y 104 bomberos están en el lugar”, ha hecho saber el Departamento de Bomberos en su cuenta de Twitter.

Un policía controla el paso a la plaza de la catedral, mientras los bomberos comprueban que se han extinguido definitivamente las llamas
Un policía controla el paso a la plaza de la catedral, mientras los bomberos comprueban que se han extinguido definitivamente las llamasDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

De momento se desconocen las causas que han generado este accidente, que, enseguida, hizo revivir a los franceses la pesadilla que ya vivieron en Notre Dame de París. La destrucción de la catedral de su capital ha sido un incidente que se ha quedado en la retina de los franceses y de medio mundo. Ver este monumento arder fue un espectáculo dantesco que ha marcado la vida actual de toda Francia. En este caso, parece que los daños no han sido tan grandes. Las llamas no se extendieron de la misma forma que en la célebre catedral asociada al jorobado de Victor Hugo.

Es cierto que en un momento dado se temió que se produjera una devastación similar en la catedral de Nantes. Sobre todo cuando las llamas asomaron por la fachada principal, justo entre las dos torres. De hecho, aunque todavía es demasiado pronto para señalar cuáles han sido los desperfectos que ha causado este incendio, ya se sabe que las vidrieras del rosetón han estallado, al igual que otras de la fachada principal, aunque la mayoría de los medios franceses asoman a que el órgano de la catedral puede ser el bien más dañado por el incendio.

Según las primeras investigaciones, el fuego ha sido provocado. Se observaron tres focos. Uno junto al órgano y después a la izquierda y a la derecha de la nave, según informa “Le Monde”. Este diario recoge las declaraciones del director departamental de Bombertos, Laurent Ferlay: “El daño se concentra en el gran órgano que parece estar completamente destruido. La plataforma en la se encuentra es muy inestable y amenaza con colapsar”.

El fiscal de Nantes, Pierre Sennès, ha indicado que la investigación está dando prioridad a la hipótesis criminal. La alcaldesa de Nantes, Johanna Rolland, ha asegurado por su parte, en declaraciones recogidas por BFMTV, que se hará lo posible para establecer las causas de lo ocurrido. Esta no es la primera vez que esta catedral, situada en el corazón de Nantes se ve afectada por un incendio. El 28 de enero de 1972, el techo de la catedral gótica de San Pedro y San Pablo. Los servicios religiosos no se reanudaron hasta 1985, 13 años después del suceso. Lo que no cabe duda es que este nuevo incidente reabre la polémica sobre la seguridad del patrimonio en Francia.