Internacional

La batalla de Trump contra los augurios y las encuestas que dan como ganador a Biden

El candidato demócrata aventaja al presidente de EE UU en cinco territorios clave que podrían allanar su victoria el 3-N

Donald Trump saluda a los medios de comunicación desde el jardín sur de la Casa Blanca en Washington
Donald Trump saluda a los medios de comunicación desde el jardín sur de la Casa Blanca en WashingtonJOSHUA ROBERTSREUTERS

Donald Trump vuelve a remar contra las predicciones, los politólogos y los estudios. Casi parece una repetición de lo sucedido en 2016. Cuando los modelos de predicción del New York Times y otros apostaban a seguro por la victoria de Hillary Clinton. Ahora tampoco es muy distinto. De hecho, y más allá de las encuestas diarias, que insisten en situar la ventaja de Joe Biden en 8 puntos, modelos como el que usa la revista The Economist apenas conceden un 13% de posibilidades de triunfo al actual presidente.

Ni siquiera el debate del pasado martes, con la temperatura desatada y un nivel de violencia verbal ciertamente inédito, habría logrado taponar la atonía electoral de un Trump atorado en los mismos porcentajes desde hace meses. Por ejemplo 538, el modelo de predicción electoral que simula miles de veces los resultados de las elecciones y combina cientos de encuestas, variables históricas y más, augura que Biden tiene un 79% de posibilidades de ganar el 2 de noviembre. Mientras que el Decision Desk HQ eleva sus posibilidades hasta el 82,2%.

Las casas de apuestas también son contumaces en predecir la victoria de Biden. Incluso sentencian que el debate lo ganó el demócrata, por más que el vicepresidente no parezca genéticamente dotado para los intercambios dialécticos que exigen saltarse el guión y hasta tirar de demagogia. De hecho, los predictores basados en apuestas, como PredictIt, dirigido por la Universidad Victoria de Wellington, y que cuentan con la ventaja añadida de que quienes ahí opinan colocan su dinero junto a sus pronósticos, dibujan escenario oscuro para los intereses republicanos.

Estados como Florida, absolutamente clave, Carolina del Norte y Arizona podrían inclinarse por Biden. Los inversores también dan por segura la victoria demócrata en Michigan, Wisconsin y Pensilvania. De hecho en estos momentos Biden aventaja a Trump en esos 5 Estados por 3,5 puntos de media. Sin ganar ahí, sin repetir la hazaña de hace cuatro años, es materialmente imposible que el presidente pueda repetir su triunfo. Lo de menos entonces fue que la demócrata aventajara a Trump en más de 3 millones de papeletas. El voto electoral manda y los campos de batalla del voto indeciso, los Estados bisagra y los lugares donde el republicano alcanzó una victoria inesperada, serán decisivos.

«Gané el debate a lo grande», ha escrito Trump en un tuit que acumulaba 47 mil comentarios en dos horas. El presidente afirmaba que su sentencia estaba basada «en la recopilación de encuestas, etc.». Es posible. Pero tres encuestas sobre el debate dan como ganador a Biden. Así, la de la NBC otorgó un 53% de los votos favorables al aspirante por un 29% a Trump, mientras que casi la mitad de los encuestados aseguraba que Trump había estado peor de lo que imaginaban. La CBS daba 4,8 contra 4,1 en favor de Biden, mientras que la CNN disparaba esa percepción hasta un contundente 6 frente a 2,8. Aunque quizá resulta todavía más llamativa la cuestión monetaria: durante las dos horas del debate el candidato Biden habría visto una explosión de donaciones en favor de su campaña.

Al menos eso informaba ActBlue, la web demócrata de recaudación, que citaba un récord de 8 millones de dólares en apenas dos horas de la noche del martes y más de 25 millones en 24 horas. Un aluvión de dinero que se suma a la apuesta de los gigantes tecnológicos, claramente alineados con Biden, y con las donaciones de multimillonario Bloomberg, ex candidato a las primarias, que sigue regando con fondos la campaña. Como sería la subida de ingresos que Rufus Gifford, uno de los mandamases de Biden, escribió en Twitter que «Nunca antes en una carrera política de más de 16 años había recibido más llamadas / mensajes de texto / correos electrónicos de personas que querían donar dinero a la campaña que en las últimas 12 horas».

Por supuesto que Gifford es parte obviamente interesada. Trabaja y cobra en favor de Biden. Por lo que cualquiera de sus comentarios puede verse con toda justicia como una aseveración de parte. Pero más allá de sus opiniones, y en lo tocante a las elecciones generales, las últimas encuestas, publicadas el miércoles 30 de septiembre, van de los 50 puntos a Biden por 42 de Trump que concede The Economist a los 51 de Biden y los 42 de Trump de Reuters, los 51 a 43 de Rasmussen, etc. Pero en el equipo del presidente advierten de que los modelos, las encuestas y los inversores no pueden predecirlo todo. Recuerdan que en 2016 incluso los modelos más laureados fallaron de forma calamitosa y que apenas concedían a Trump una posibilidad de victoria que oscilaba entre 1 entre 5 y 1 entre 10.

Son números bastante imponentes, y que encuentra a los dos candidatos de vuelta al camino de una campaña ahormada por las restricciones impuestas por el coronavirus, que por cierto ayer mismo superó las 207.000 muertes en EE.UU. Muy lejos ya de las previsiones de principios del verano, que hablaban de 100.000 decesos acumulados para principios de otoño. Y todo esto con ciudades como Nueva York de nuevo en alerta roja, toda vez que los indicadores de positivos en las pruebas PCR han superado el umbral del 3% por vez primera desde junio.