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Los detenidos en la rebelión de Michigan querían instigar una guerra civil en EE UU

Los arrestados pretendían secuestrar a la gobernadora demócrata, a la que acusan de violar la Constitución de Estados Unidos

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Trece personas, incluyendo siete hombres de la milicia estadounidense Wolverine Watchmen, fueron arrestadas por un presunto complot para secuestrar a la gobernadora de Michigan y atacar el edificio del capitolio con la intención de “instigar una guerra civil”. El grupo conspiró para secuestrar a Gretchen Whitmer, demócrata y blanco frecuente de la ira del presidente republicano Donald Trump, a la que acusan de violar la constitución por su intención de alargar el confinamiento. Esta operación se produce semanas antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, según una declaración del FBI publicada el jueves.

“Nuestros esfuerzos descubrieron la existencia de planes elaborados para poner en peligro las vidas de los agentes de la ley, los funcionarios del gobierno y el público en general”, dijo el fiscal general de Michigan, Dana Nessel, en una conferencia de prensa para anunciar los cargos.

Los memorandos internos de seguridad de Estados Unidos han advertido en los últimos meses de que los extremistas locales violentos podrían suponer una amenaza para las elecciones, una preocupación exacerbada por la pandemia del coronavirus, las tensiones políticas, los disturbios civiles y las campañas de desinformación en el extranjero.

El director del FBI Christopher Wray dijo durante las audiencias del Congreso en septiembre que su agencia estaba investigando a extremistas locales violentos, incluyendo supremacistas blancos y grupos antifascistas. Wray dijo que la mayor parte de las investigaciones eran a grupos de supremacistas blancos.

Andrew Birge, fiscal de Estados Unidos para el distrito occidental de Michigan, dijo que el FBI se enteró a través de redes sociales de que un grupo de personas estaba discutiendo el “derrocamiento violento” del gobierno de Michigan, lo que dio lugar a una investigación de meses de duración que se basó en fuentes confidenciales dentro del grupo.

El grupo de seis personas que se enfrentan a cargos federales -Adam Fox, Barry Croft, Ty Garbin, Kaleb Franks, Daniel Harris y Brandon Caserta- arriesgan cadena perpetua si son condenados por los cargos de intento de secuestro de Whitmer, dijo Birge.

“Fox y Croft en particular (...) discutieron la detonación de dispositivos explosivos para desviar a la policía del área de la casa, y Fox incluso inspeccionó la parte inferior de un puente de la autopista de Michigan en busca de lugares donde colocar un explosivo”, dijo Birge, refiriéndose a la planificación para atacar la casa de Whitmer.

Birge dijo que la policía arrestó a varios de los supuestos conspiradores “cuando se reunieron en el lado este del estado para juntar fondos para explosivos e intercambiar equipo táctico”.

En la misma conferencia de prensa, la fiscal general de Michigan, Dana Nessel, afirmó que su oficina había presentado cargos adicionales contra siete hombres afiliados al grupo de milicianos Wolverine Watchmen, de los que se sospechaba que habían violado la ley antiterrorista del estado al conspirar para secuestrar a la gobernadora y propagar la violencia.

La gobernadora Whitmer ha sido blanco de Trump por sus esfuerzos para hacer cumplir las medidas de distanciamiento social relacionadas con el coronavirus.