Caos
Reino Unido pierde el control del virus
Johnson anuncia nuevas restricciones y pide a los británicos que no celebren Nochevieja ante el ritmo vertiginoso de contagio: «Debemos redoblar los esfuerzos en este momento crítico»
El Gobierno británico ha decidido no esperar más ante la dramática situación que vive el país y ha ampliado aún más las restricciones para 20 millones de personas. En las últimas 24 horas se notificaron más de 50.000 nuevos casos y lo que es más preocupante, 981 fallecidos. Unas cifras, las de los últimos días, que no paran de crecer y ponen en alerta a las autoridades sanitarias.
Las nuevas restricciones supondrán que un total de 44 millones de personas se encuentren a partir de mañana en el nivel 4 de alerta, el máximo, y que implica el cierre de todas los comercios no esenciales, así como de gimnasios o peluquerías. La región más afectada hasta el momento es Inglaterra, y con esta ampliación de las restricciones, el 78% ya se encuentra bajo este nivel máximo de alerta.
Una decisión necesaria, según Boris Johnson, para reducir los niveles de infección. Johnson ha admitido que el 60% de los nuevos casos podrían corresponder a esta variante, que se estaría expandiendo especialmente por Inglaterra. En este territorio, la cifra de hospitalizados ya supera el pico de abril, en plena primera ola. «Debemos enfrentar la realidad de que el ritmo de propagación de esta nueva variante requiere que ahora tomemos medidas aún más duras en algunas zonas, dijo el «premier», al tiempo que instó a los británicos a quedarse en casa en Nochevieja y evitar cualquier celebración. El primer ministro auguró que para el 5 de abril, después de Semana Santa, «la situación será mucho mejor».
A la hora de anunciar las nuevas restricciones para los 20 millones de personas, el ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha admitido la dureza de las mismas, pero apela a la responsabilidad. «Sé que las medidas aplicadas en los niveles 3 y 4 suponen una carga significativa para muchas personas y especialmente para muchos negocios. Sin embargo, creo que es absolutamente necesario debido al incremento en los contagios».
En una rueda de prensa desde la sede del Ejecutivo, el primer ministro británico instó a la población a “seguir las reglas, proteger al NHS y, juntos, hacer que el 2021 sea el año en que dejemos atrás este túnel”.
Las preocupantes cifras de contagios de los últimos días están también repercutiendo en los datos de ingresados. En estos momentos, más de 21.000 personas se encuentran hospitalizadas, una cifra que no se llegó a alcanzar ni siquiera durante la primera ola. El impacto provocado por la nueva cepa descubierta en Reino Unido ha sido evidente, especialmente en Londres, donde dos de cada tres nuevos casos de coronavirus pertenecen a esta nueva variante.
A nivel general, el 60% de los nuevos contagios tienen su origen en esta variante. «La nueva cepa se está extendiendo muy rápido en los lugares donde comenzaron los primeros casos, en la zona este de Londres y en Kent. Desgraciadamente se está extendiendo por todo el país», ha confirmado Johnson.
Además, muchas zonas de Inglaterra también sufrirán restricciones en los centros educativos. Los alumnos de las escuelas de secundaria no volverán el próximo lunes a las clases, sino que éstas permanecerán cerradas durante dos semanas más, con el objetivo de lograr controlar la transmisión en las aulas.
Además, algunos centros de educación primaria de las zonas más afectadas también permanecerán cerrados temporalmente. El ministro de Educación, Gavin Williamson, ha asegurado que durante el parón de las clases se establecerán test masivos para detener el avance del coronavirus por estas regiones y ha confirmado que todas las restricciones serán revisadas cada dos semanas.
La noticia esperanzadora del día fue, sin embargo, la aprobación por parte de las autoridades reguladoras de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca. Una vacuna, que tal y como ha confirmado el ministro de Sanidad, comenzará a administrarse a partir del lunes.
El Gobierno británico habría adquirido 100 millones de dosis de esta vacuna y Hancock asegura que esta cantidad, «combinada con la vacuna de Pfizer, es suficiente para vacunar a cada adulto de Reino Unido con dos dosis». Además, lanza un mensaje de tranquilidad en medio de las preocupantes cifras de estos días. «Todo el mundo que quiera una vacuna, tendrá una».
Del total de dosis adquiridas, que permitirán vacunar a 50 millones de británicos, el ministro de Sanidad ha asegurado que ya cuentan con 530.000 para ser distribuidas desde este mismo lunes por toda la geografía británica. La idea sería lograr la vacunación de dos millones de personas cada semana, siempre que el ritmo de suministro lo permita.
La particularidad de esta vacuna es que la segunda dosis podrá administrarse hasta doce semanas después de la primera. La de Pfizer tiene un margen de tres semanas entre cada dosis. Con esta diferencia, el Gobierno de Johnson pretende lograr que la mayor cantidad de gente posible reciba la primera dosis cuanto antes, y con ello tenga un nivel de protección bastante alto, para luego continuar con la administración de la segunda dosis tres meses después.
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