Rusia

¿A quién teme Putin?

David Marples, profesor de Historia en la Universidad de Alberta, analiza para LA RAZÓN la situación del líder opositor tras ingresar en prisión nada más aterrizar en Moscú

Máscaras que representan al presidente ruso Vladimir Putin, a la derecha, y al líder de la oposición rusa Alexei Navalni, a la izquierda
Máscaras que representan al presidente ruso Vladimir Putin, a la derecha, y al líder de la oposición rusa Alexei Navalni, a la izquierdaDmitri LovetskyAP

-¿Navalni es más poderoso detenido en Moscú que siendo libre en Berlín?

-Sí, porque en Berlín estaba básicamente exiliado. Creo que siempre resulta más efectivo hacer oposición dentro del país, incluso aunque uno esté en prisión. El líder opositor siempre puede afirmar que es un agente extranjero o que está siendo manipulado por las potencias de Occidente si permanece en el exilio por mucho tiempo. Hay una larga lista de casos de este tipo con exiliados de Rusia.

-La fundación FBK de Navalni acusó al presidente ruso Vladimir Putin de construir un palacio privado con mil millones de dólares recaudados a través de la corrupción. El vídeo se hizo viral, pero ¿esta investigación supone una amenaza para Putin?

-Hace unos diez años tuvo lugar una investigación similar sobre Dmitry Medvedev que también se hizo viral, pero no tuvo consecuencias ni se logró nada al respecto. La corrupción es permanente en la sociedad rusa (aunque menos que en la década de 1990), pero no es el problema fundamental para la mayor parte de la población, más preocupada en la estabilidad económica.

-¿Por qué las autoridades rusas están tratando de silenciar y obstruir las manifestaciones programadas para el sábado en todo el país contra el gobierno?

-Buena pregunta. Mi opinión es que el gobierno sigue siendo muy sensible a las protestas masivas y todavía habla de revoluciones fomentadas por Occidente. Hemos sido testigos de protestas masivas similares entre agosto y noviembre en Bielorrusia, que tuvieron cierto impacto. Rusia también es en gran medida una industria petrolera, y los bajos precios actuales del petróleo y el gas están teniendo un efecto negativo en la economía.

-Parece que Tik Tok ha sido la principal red social donde los jóvenes se han movilizado para exigir la liberación de Navalni. ¿Tiene el líder de la oposición un ejército de seguidores?

-Cuenta con un apoyo sustancial, pero en consecuencia también tiene una calificación negativa muy alta. Aunque el apoyo a Navalni ha aumentado entre un 20% y un 25% desde que se produjo el envenenamiento, no es suficiente para amenazar el liderazgo de Putin en la actualidad. Incluso si así fuera, no hay elecciones previstas para dentro de otros tres años, por lo que lo que se necesita es un movimiento que atraiga el apoyo de todos los grupos de edad y sectores de la sociedad.

-¿Realmente importa la posición de la comunidad internacional? Parece que, aunque se ha comprobado que Navalni fue envenenado con novichok, los culpables quedaron impunes.

-Yo creo que sí importa. A Rusia le gustaría mucho que se eliminen las sanciones de la UE. Se le ha permitido volver al Consejo Europeo, pero las relaciones con Estados Unidos están en un punto débil. Es poco probable que eso cambie radicalmente bajo la presidencia de Joe Biden y se puede esperar una política estadounidense más abierta y directa que esté alineada con la de los aliados de la OTAN. Alemania también se pronunció enérgicamente contra la participación del gobierno ruso en el intento de matar a Navalni. Rusia depende mucho de la propaganda y las redes sociales para tratar de fortalecer las narrativas estatales, algunas de las cuales están dirigidas a países extranjeros.