Rusia

Liberada la cuidadora que se paseó con la cabeza de una niña de 4 años y amenazó con inmolarse

Gyulchekhra Bobokulova, de 43 años, asesinó en 2016 a la menor en un “episodio esquizofrénico agudo” y ha salido ahora de su internamiento

Gulchejra Bobokulova, la niñera que decapitó a una menor de 4 años en Moscú
Gulchejra Bobokulova, la niñera que decapitó a una menor de 4 años en MoscúReutersReuters

La imagen de Gyulchekhra Bobokulova con la cabeza decapitada de una niña en la mano paseando por las calles de Moscú dio la vuelta al mundo. Fue el 29 de febrero de 2016, Bobokulova, de 43 años asesinó a la niña a la que cuidaba y que se encontraba gravemente enferma, en un crimen a sangre fría que conmocionó al país entero.

El abogado de Bobokulova confirmó a la agencia nacional de noticias que su cliente ha sido tratada en un hospital psiquiátrico en Kazán, y que ha sido recientemente liberada.

En periódico Moskovsky Komsomolets asegura que se desconoce la fecha concreta de la liberación de Bobokulova y tampoco se sabe cuál es su paradero actual.

Bobokulova, vestida con hiyab negro, exhibió por la calle la cabeza de la menor de cuatros años mientras gritaba «Alá es grande», repetía que era una terrorista suicida y amenazaba con inmolarse en el metro.

En un primer momento, se temió que fuese un «lobo solitario» o una «viuda negra» de Chechenia, responsables de los peores atentados que ha sufrido la capital rusa en la última década. Sin embargo, tras reducirla, la Policía comprobó que no portaba ningún artefacto explosivo. La mujer, de entonces 38 años y procedente de la república ex soviética de Uzbekistán, trabajaba desde hacía un año y medio como niñera de la menor asesinada.

La niñera se sometió a un examen psiquiátrico en el Instituto de Investigación Serbsky y después la ingresaron en un hospital psiquiátrico dentro de un centro de detención preventiva. Más tarde, el tribunal de Khoroshevsky la exoneró y la ingresó en un psiquiátrico.

Según Moskovsky Komsomolets, el centro neuropsiquiátrico regional de Samarkanda había confirmado que Bobokulova ya había sido ingresada en 2003 con un diagnóstico de “Episodio esquizofrénico agudo. Síndrome alucinatorio”.

La madre de la niña asesinada perdió el conocimiento cuando conoció la noticia y tuvo que ser trasladada a un hospital. El diario «Moskovsky Komsomolets» informó entonces de que la menor sufría graves problemas de salud y no podía caminar y que sus padres estaban ahorrando dinero para costear un tratamiento en Alemania.